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Tuesday, November 29, 2011

¿Puede el ADN ser energéticamente transformado de una especie a otra?



La empresa agrícola Ciba-Geigy descubrió que podían transformar las semillas de una planta existente en variedades extintas – tan solo con aplicar una corriente electroestática débil. Esto generó trigo más resistente y de crecimiento acelerado, especies extintas de helecho y tulipanes con espinas.
 
El científico italiano Pier Luigi Ighina transformó energéticamente un árbol de albaricoque en un árbol de manzana, haciendo que las frutas de las ramas tuvieran una metamorfosis en 16 días. También aplicó corriente electroestática a una rata con una onda de ADN con información genética de un gato, haciendo que a la rata le creciera una cola de gato en cuatro días.
El científico coreano Dr. Dzang Kangeng obtuvo la patente #N1828665 para un dispositivo que usaba microondas para transferir ondas de información ADN de un pato a una gallina preñada. Aproximadamente un 80 de sus huevos nacieron como híbridos mitad pato, mitad pollo.
El Dr. Peter Gariaev aplicó corriente electroestática a los huevos de una salamandra con un láser de bajo nivel y redireccionó el haz hacia huevos de rana. Los huevos de rana experimentaron una metamorfosis completa y crecieron salamandras adultas saludables.



En esta obra, presentamos la lógica de la conciencia como una clara secuenciación de procesos universales. Rafael ha decidido que su obra sea de lectura abierta y accesible a todos aquellos que deseen libremente profundizar en las novedades de la Radiofrecuencia Cuántica Diferencial que actualmente se configura como la “ciencia de la conciencia”. Sin duda el libro de Rafael, constituye un importante avance en la fundamentación científica de la musicoterapia y la flujogénesis de las emociones como conexión con las realidades de la física cuántica, la neurociencia, la psicología, la física, la biología y la genética. El esfuerzo ha sido ímprobo, pues la obra se ha ganado las críticas de todos los sectores conservadores a nivel científico, sin contar con las presiones y amenazas de determinados grupos de interés, a los que les incomoda el conocimiento holístico del DKG.
Recuerden que actualmente más de 100 centros de investigación distribuidos por todo el globo, están investigando y profundizando en los hallazgos del DKG y la Radiofrecuencia Cuántica Diferencial. El Team distribuirá de forma gratuita y sistemática los ejemplares que soliciten cualesquiera centros de investigación interesados en el desarrollo del DKG.
En el Libro, que ha sido estructurado en diferentes partes en función de los contenidos temáticos, encontraremos las siguientes secciones:
I.-Las Bases científicas del Diferencial König-Guerrero.
II.-Fundamentos de estímulo y Señales complejas. Resonancias Schumann, Centros Gestores y Absorción.
III.-Intersección de Señales, espectros y convolución. Estructuras fractales en la música y su interpretación por los centros gestores.
IV.-DKG y ADN, Concepto, Ondas Cerebrales, Conciencia, Aspectos fundamentales y Capacidades extendidas.
V.-Anexos.
Nota: Vivimos tiempos oscuros en los que el avance de la ciencia, depende de iniciativas valientes que requieren el sacrificio del mensajero en “pro” del mensaje, de las evidencias, que antes o después, tendrán que ser reconocidas, más allá de prejuicios sociales, políticos o económicos y el esfuerzo de esos valientes, no sólo no es reconocido sino que se retribuye con el desprestigio sumo.
Autor: Rafael López Guerrero.
Páginas: 128.
Si desearas realizar una donación para ayudar a las investigaciones de Rafael y su equipo así como el sostenimiento de este servicio de publicaciones, puedes hacerlo, realizando un giro postal a favor del Autor, y notificarle el giro a StarViewerTeam@gmail.com
Esta obra es de libre distribución.

El autor renuncia expresamente a los derechos económicos de explotación de la obra. Queda autorizada toda reproducción, difusión y cita, bajo los términos de la licencia Creative Commons-GNU

La materia oscura es una ilusión, según la nueva teoría de la antigravedad



La misteriosa sustancia conocida como materia oscura puede ser en realidad una ilusión, creada por la interacción gravitacional entre partículas de corta vida de materia y antimateria. Un mar hirviente de partículas en el espacio puede crear la gravedad repulsiva.
La materia oscura se cree que es una sustancia invisible que representa casi una cuarta parte de la masa del universo. El concepto fue propuesto por primera vez en 1933 para explicar por qué las galaxias exteriores de los cúmulos de galaxias, orbitan más rápido de lo que deberían, basándose en la masa visible de las galaxias.
En las velocidades observadas, las galaxias externas deberían ser arrojadas al espacio, ya que los cúmulos no parecen tener la masa suficiente para mantener a las galaxias de los bordes unidas gravitacionalmente.

Expuesto así el problema, lo que los físicos propusieron fue que las galaxias están rodeadas de halos de materia invisible. Esta materia oscura proporciona esa masa extra, que a su vez crea campos gravitatorios suficientes para mantener unidos los cúmulos.
En el nuevo estudio, el físico Dragan Hajdukovic, desde la European Organization for Nuclear Research (CERN) en Suiza, propone una explicación alternativa, basada en algo que él llama la “polarización gravitacional del vacío cuántico”.
Un espacio vacío relleno de partículas “virtuales”
El vacío cuántico es el nombre dado por los físicos a lo que vemos como espacio vacío.
Según la física cuántica, el espacio vacío no es realmente estéril, sino que es un mar hirviente de las llamadas partículas y antipartículas virtuales, constantemente entrando y saliendo de la existencia.
Partículas de antimateria son diametralmente opuestas de partículas de materia normal. Por ejemplo, un antiprotón es una versión con carga negativa de los protones de carga positiva, uno de los componentes básicos del átomo.
Cuando la materia y la antimateria colisionan, se aniquilan en una explosión de energía. Las partículas virtuales, creadas espontáneamente en el vacío cuántico, aparecen y desaparecen con tanta rapidez que no pueden ser observadas directamente.
En su nuevo modelo matemático, Hajdukovic investiga qué pasaría si la materia y la antimateria virtuales no sólo son contrarios eléctricamente, sino también opuestos gravitacionalmente, una idea que algunos físicos ya han propuesto anteriormente.
“La física fundamental supone que hay sólo una carga gravitacional, mientras que yo he asumido que existen dos cargas gravitatorias”, señalba Hajdukovic.
De acuerdo con su idea, apuntada en el último número de la revista Astrophysics and Space Science, la materia tiene una carga positiva y la antimateria gravitacional negativa.
Eso significaría que son gravitacionalmente repulsivas, de modo que un objeto hecho de antimateria “colapsaría” dentro del campo gravitacional de la Tierra, que está compuesto de materia normal.
Las partículas y antipartículas pueden incluso chocar, ya que la repulsión gravitacional es más débil que la atracción eléctrica.
De cómo las galaxias aumentan la gravedad
Si bien, la idea de las partículas antigravedad puede parecer exótica, Hajdukovic afirma que su teoría está bien establecida en los criterios de la física cuántica.
Por ejemplo, es bien sabido que las partículas pueden unirse para crear un dipolo eléctrico, con partículas de carga positiva en un extremo y partículas negativas en el otro.
Según la teoría, hay un sinnúmero de dipolos eléctricos, creados por partículas virtuales de diverso volumen en el vacío cuántico.
Todos estos dipolos están orientados al azar, como innumerables agujas de una brújula apuntando hacia cualquier lado. Pero si los dipolos se forman en presencia de un campo eléctrico ya existente, inmediatamente alinean en la misma dirección que el campo.
Según la teoría cuántica de campos, este repentino ajuste de los dipolos eléctricos, llamado polarización, genera un campo eléctrico secundario que combina y refuerza el campo primario.
Hajdukovic sugiere que, un fenómeno similar ocurre con la gravedad. Si la la materia y la antimateria virtuales tienen distintas cargas gravitacionales, entonces se generarían en el espacio los dipolos gravitacionales orientados aleatoriamente.
Si estos dipolos gravitacionales se forman cerca de una galaxia, un objeto masivo con un fuerte campo gravitatorio, los dipolos podrían polarizarse.
Esta polarización generaría a su vez, un campo gravitacional secundario que se combinaría y fortalecería el campo gravitacional de la galaxia.
“Mi teoría propugna que el campo gravitacional de una galaxia se hace más fuerte, sin necesidad de materia oscura”, adujo Hajdukovic.
Evidencias “muy apremiantes” de materia oscura
El físico David Evans, calificó el nuevo estudio como “un ejercicio teórico muy interesante”, pero que aún no está dispuesto a abandonar la noción de materia oscura.
“La evidencia de materia oscura es ahora muy convincente”, señaló Evans, de la Universidad de Birmingham, que encabeza el equipo del Reino Unido del detector ALICE en el CERN’s Large Hadron Collider.
Por ejemplo, en 2006 los astrónomos dieron a conocer una foto de dos galaxias en plena colisión, conocida como el Cúmulo Bala, que supuestamente mostraba la separación entre materia y materia oscura.
Un efecto similar fue observado en el cúmulo Pandora a principios de este verano, añadió Evans, que no participó en el estudio.
Hajdukovic dijo que está ampliando actualmente su teoría para dar cuenta de estas observaciones. Sus cálculos preliminares, reseñó, indican que “lo que se observa en el Cúmulo Bala, y más recientemente en el cúmulo Pandora, puede entenderse también como el marco de polarización gravitacional del vacío cuántico”.
El físico del CERN, Michael Doser, está de acuerdo en que las ideas Hajdukovic son “poco ortodoxas”, pero no descarta su teoría a priori.
“La visión tradicional adolece de la ausencia de partículas de materia oscura detectada, y de esta manera explora una amplia gama de posibilidades que en este momento es perfectamente legítimo, siempre y cuando sean compatibles con todos los datos”, señalaba Doser.
Doser es miembro del experimento AEgIS del CERN, cuya finalidad es medir la carga gravitacional del anti-hidrógeno, la versión de antimateria del hidrógeno, y así probar que la materia y la antimateria son gravitatoriamente repulsivas.
“En pocos años,” dijo Doser, “estaremos sin duda en condiciones de confirmar o refutar la hipótesis de Hajdukovic.”
  • Referencia: National Geographic News, por Ker Than 31 de agosto 2011
  • Imagen: El Cúmulo Bala, crédito STScI, U. Arizona, CfA, CXC, NASA
Traducido por Pedro Donaire
http://bitnavegante.blogspot.com/2011/09/la-materia-oscura-es-una-ilusion-segun.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+bitnavegante+%28BitNavegantes%29&utm_content=Google+Reader&utm_term=Google+Reader

Neurociencia versus filosofía: Sobre el libre albedrío



Un ejemplo más de cómo la ciencia se equivoca.
El error aquí parte de considerar al cerebro como el centro de nuestro ser.
El cerebro sólo es un órgano. Recientemente se aceptó que el estómago influye en nuestros sentimientos y tambien se sabe que el corazón es mucho más de lo que la medicina está dispuesta a aceptar.
Nuestro Karma, nuestra alma, nuestro ser consciente es un ser de una densidad mayor que las 3d de nuestro cerebro. Para nuestro ser,  el tiempo o el espacio son como para nosotros la posibilidad de poner dos dedos en un plano en diferente sitios (esto para un ser de sólo dos dimensiones sería  mágico).
Lo único que demuestra este experimento es la existencia de nuestro Karma no una predestinación.
Un experimento ayudó a cambiar su punto de vista sobre la vida a John-Dylan Haynes. En 2007, Haynes, un neurólogo del Bernstein Center for Computational Neuroscience en Berlín, puso a la gente ante un escáner cerebral y en una pantalla de visualización lanzó una sucesión de letras al azar [1]. Les dijo que pulsaran un botón, ya sea con el dedo índice derecho o izquierdo cada vez que sintieran esa necesidad, y que recordaran la letra que se mostraba en la pantalla cuando tomaron la decisión. El experimento se hizo utilizando la resonancia magnética funcional (fMRI), donde se muestra la actividad del cerebro en tiempo real conforme los voluntarios optaban por utilizar la mano derecha o izquierda. Los resultados fueron toda una sorpresa.
“La primera idea que tuvimos fue comprobar que esto era real “, dijo Haynes. “Esto no lo habíamos visto en ningún otro estudio anterior.”
La decisión consciente de pulsar el botón se hacía un segundo antes que el acto en sí, pero el equipo descubrió que el patrón de actividad cerebral parecía predecir tal decisión hasta siete segundos antes. Mucho antes de que los sujetos fuesen conscientes de estar tomando una elección, al parecer, sus cerebros ya habían decidido.
Como humanos que somos, nos gusta pensar que nuestras decisiones están bajo nuestro control consciente, que tenemos libre albedrío. Los filósofos han discutido este concepto desde hace siglos, y ahora Haynes, y otros neurocientíficos experimentales, y hacen emerger un nuevo desafío. Ellos argumentan que la conciencia de una decisión puede ser una simple reflexión bioquímicas tardía, sin ningún tipo de influencia sobre las acciones de una persona. Según esta lógica, el libre albedrío no es más que una ilusión. “Podemos sentir que elegimos, pero en el fondo no lo hacemos,” insiste Patrick Haggard, neurocientífico del University College de Londres.
Usted puede pensar que decidió tomar el té o el café esta mañana, por ejemplo, pero esa decisión se estaba hecha mucho antes de que fuera consciente de ello. Para Haynes, esto es inquietante. “Voy a ser honesto, me resulta muy difícil lidiar con esto”, comenta. “¿A qué puedo llamar “mi” voluntad si no sé cuándo ocurrió esa decisión ni lo que haya decidido hacer?”
Experimentos mentales
Los filósofos no están convencidos de que los escáneres cerebrales puedan demoler el libre albedrío tan fácilmente. Algunos han cuestionado estos resultados y sus interpretaciones, con el argumento de que los investigadores no han captado el concepto que están desacreditando. Muchos otros ni se meten en esta cuestión. “Los neurocientíficos y filósofos hablan de más unos a otros”, señala Walter Glannon, filósofo de la Universidad de Calgary en Canadá, interesado en la neurociencia, la ética y el libre albedrío.
Hay algunos indicios de que esto está empezando a cambiar. Este mes, una serie de proyectos se van ha poner en marcha como parte de un programa de cuatro años, de 4,4 millones de dólares, que tratará las grandes cuestiones sobre el libre albedrío, en EE.UU., financiado por la Fundación John Templeton en West Conshohocken, Pennsylvania, la cual apoya una teología de investigación en filosofía y ciencias naturales. Algunos dicen que, con estos experimentos tan refinados, la neurociencia podría ayudar a los investigadores a identificar los procesos físicos subyacentes a la intención consciente, y comprender mejor la actividad cerebral que lo precede. Y si con esa actividad cerebral inconsciente se descubre que predice las decisiones perfectamente, el trabajo realmente podría afectar a la noción de libre albedrío. “Es posible que lo que ahora son las son sólo correlaciones, podrían en algún momento ser relaciones causales entre los mecanismos del cerebro y el comportamiento”, indica Glannon. “Si este fuera el caso, entonces el libre albedrío se vería amenazado para cualquier una definición de algún filósofo.”
Haynes no ha sido el primer neurocientífico en explorar la toma de decisiones inconsciente. En la década de 1980, Benjamin Libet, un neuropsicólogo de la Universidad de California, en San Francisco, hizo un estudio entre los participantes con un electroencefalograma (EEG), a los que pidió que se quedaran mirando un rato el reloj hasta un punto determinado [2]. Cuando los participantes sentían la necesidad de mover un dedo, debían de tener en cuenta la posición de ese punto. Libet registró la actividad cerebral durante varios cientos de milisegundos antes que las sujetos expresaran su intención consciente de moverlo.
El resultado de Libet dio lugar a controversia. Los críticos dijeron que el reloj fue una distracción, y el informe de una decisión consciente era demasiado subjetiva. Los experimentos de neurociencia suelen tener entradas controlables, alguien muestra una imagen en un momento preciso, y luego buscar las reacciones en el cerebro. Sin embargo, cuando la entrada es una intención consciente del participante para moverse, subjetivamente está decidiendo sobre su tiempo. Por otra parte, los críticos no estaban convencidos de que la actividad vista por Libet, antes de que tomara una decisión consciente, era suficiente para causar la decisión, podría ser que el cerebro se estuviese preparando para decidir y luego moviera.
El estudio de Haynes en 2008 [1] modernizó el anterior experimento: donde la técnica de EEG de Libet podía ver sólo un área limitada de la actividad cerebral, el fMRI de Haynes podía ver todo el cerebro, y donde los participantes de Libet decidían simplemente cuándo mover, la prueba de Haynes les obligaba a decidir entre dos alternativas. Pero los críticos aún escarban en los agujeros, y apuntan a que Haynes y su equipo, sólo podían predecir la pulsión del botón a izquierda o derecha con una precisión del 60% en el mejor de los casos. Y aunque es mejor que el mero azar, esto no es suficiente para afirmar que se puede leer en el cerebro antes de la conciencia, sostiene Adina Roskies, neuróloga y filósofa que trabaja sobre el libre albedrío en el Dartmouth College en Hanover, New Hampshire. Además, “todo lo que se sugiere es que hay algunos factores físicos que influyen en la toma de decisiones”, lo cual no debería sorprendernos. Los filósofos que saben de ciencia, añade, no creen que este tipo de estudio sea una clara evidencia de la ausencia de libre albedrío, debido a que los experimentos son caricaturas de la toma de decisiones. Incluso una decisión, aparentemente simple, como tomar té o café, es más compleja que decidir si va a presionar un botón con una u otra mano.
Haynes valora su interpretación, y ha replicado y refinado los resultados de los dos estudios. En uno de ellos, utiliza técnicas de exploración más precisas [3] para confirmar el papel de las regiones cerebrales implicadas en su trabajo anterior. En el otro, que aún no se ha publicado, Haynes y su equipo, pidieron a los sujetos sumar o restar dos números de una serie que se presenta en una pantalla. Decidir si sumar o restar refleja una intención más compleja que el de la posibilidad de apretar un botón, y Haynes aduce que es un modelo más realista para las decisiones cotidianas. Incluso, en esta tarea más abstracta, los investigadores detectaron la actividad, de hasta cuatro segundos previos, antes que los sujetos fuesen conscientes de la decisión, afirma Haynes.
Algunos investigadores se han ido, literalmente, a lo más profundo del cerebro. Uno de ellos es Itzhak Fried, neurólogo y cirujano de la Universidad de California, en Los Angeles, y del Centro Médico de Tel Aviv en Israel. Estudió a individuos con electrodos implantados en su cerebro como parte de un procedimiento quirúrgico para tratar epilepsia [4]. Registró de esta manera, la actividad de las neuronas individuales, dando una imagen mucho más precisa de la actividad cerebral que el fMRI o el EEG. Los experimentos de Fried mostraron que había actividad de neuronas individuales en las áreas particulares del cerebro un segundo y medio antes de que el sujeto tomara la decisión consciente de pulsar el botón. Acercándose a 700 milisegundos antes, los investigadores pudieron predecir el momento de la decisión con una precisión de más del 80%. “En algún momento, las cosas que están predeterminadas, son admitidas en la conciencia”, afirma Fried. Y sugiere que la voluntad consciente podrá añadirse a una decisión en una etapa posterior.
Ganancias materiales
Los filósofos cuestionan las premisas básicas de estas interpretaciones. “En algunas de estas conclusiones se parte de la idea de que el libre albedrío ha de ser algo espiritual o que implicael concepto de alma o algo así”, esgrime Al Mele, filósofo de la Universidad Estatal de Florida en Tallahassee. Si los neurocientíficos encuentran una actividad neural inconsciente que lleva a la toma de decisiones, el concepto problemático de la mente como algo separado del cuerpo desaparece, tanto como el libre albedrío. Este concepción “dualista” del libre albedrío es un blanco fácil de derribar para los neurólogos, señala Glannon. “Esta neta división entre mente y cerebro hace que sea más fácil para los neurólogos abrir una brecha entre ellos.”
El problema es que los filósofos más actuales no piensan en el libre albedrío es esta forma, añade Mele. Muchos son los materialistas, aquellos que creen que todo tiene una base física, y que las decisiones y acciones provienen de la actividad cerebral. Así que los científicos están intervienen sobre esta noción que los filósofos consideran irrelevante.
Hoy en día, continúa Mele, la mayoría de los filósofos se sienten cómodos con la idea de que la gente pueda tomar decisiones racionales en un universo determinista. Y debaten la interacción entre libertad y determinismo, que es la teoría de que todo está predestinado, ya sea por la suerte o por las leyes físicas; pero Roskies alude a que los resultados de que la neurociencia todavía no pueden resolver ese debate. Ellos pueden hablar sobre la previsibilidad de las acciones, pero no sobre la cuestión del determinismo.
Los neurocientíficos también tienen a veces ideas erróneas acerca de su propio campo, señala Michael Gazzaniga, neurocientífico de la Universidad de California, en Santa Bárbara. En particular, los científicos tienden a ver la actividad cerebral como un proceso gradual, un bit cada vez, hasta una decisión final. Y sugiere que, los investigadores debieran pensar que los procesos de trabajo pueden ser en paralelo, en una compleja red de interacciones continuas. El momento en que uno es consciente de una decisión no es, por tanto, tan importante como algunos piensan.
Batalla de voluntades
Hay problemas conceptuales, y luego está la semántica. “Lo que realmente ayudaría es ver si los científicos y los filósofos pudieran llegar a un acuerdo sobre lo que significa el libre albedrío”, indicó Glannon. Incluso dentro de la filosofía, las definiciones de libre albedrío no siempre coinciden. Algunos filósofos lo definen como la capacidad de tomar decisiones racionales en ausencia de una fuerza coercitiva. En algunas definiciones lo colocan en un contexto cósmico, es decir, que en el momento de la decisión, teniendo en cuenta todo lo que ha sucedido en el pasado, es posible llegar a una decisión diferente. Otros se aferran a la idea de que un “alma” no-física está dirigiendo las decisiones.
La neurociencia puede contribuir directamente a poner en orden las definiciones, o añadirle una dimensión empírica. Podría conducir a una comprensión más profunda, para un mejor entendimiento de lo que implica una voluntad libre, o afinar los puntos de vista sobre qué es la intención consciente, alude Roskies.
Mele, está dirigiendo el proyecto de la Fundación Templeton que empieza por reunir a filósofos y neurocientíficos. “Creo que si hacemos una nueva generación de estudios con un mejor diseño, podremos obtener una más clara evidencia de lo que ocurre en el cerebro cuando las personas toman decisiones”, dice. Algunas reuniones informales ya han comenzado. Roskies, que está financiado por el programa, planea pasar este año en el laboratorio de Michael Shadlen, un neurofisiólogo de la Universidad de Washington en Seattle, y que trabaja sobre la toma de decisiones en el cerebro de los primates. “Vamos a martillear el oído de los demás hasta que realmente entiendan el punto de vista de la otra persona, y a convencernos uno al otro sobre qué nos estamos equivocando.”
Haggard, tiene la financiación de Templeton, para un proyecto en el que se pretende ofrecer una manera de determinar objetivamente el momento de las decisiones y acciones conscientes, en lugar de confiar en los informes subjetivos. Su equipo planea diseñar un montaje experimental en el que la gente participe en un juego competitivo contra un ordenador, mientras su actividad cerebral se decodifica.
Otro proyecto, a cargo de Christof Koch, bioingeniero del Instituto Tecnológico de California en Pasadena, usará técnicas similares a las de Fried para examinar las respuestas de las neuronas individuales cuando la gente usa la razón para tomar decisiones. Su equipo espera poder medir el peso de los diferentes bits de información cuando una persona decide.
Los filósofos están dispuestos a admitir que la neurociencia podrá algún día resolver el concepto de libre albedrío. Imagine una situación (a los filósofos les gusta hacer esto), en el que los investigadores puedan siempre predecir lo que alguien va a decidir, partiendo de su actividad cerebral, y antes de que el sujeto mismo sea consciente de su decisión. “Si esto resultara cierto, sería una grave amenaza para el libre albedrío”, señalaba Mele. No obstante, incluso aquellos que, prematuramente proclaman la muerte del libre albedrío, están de acuerdo en que estas conclusiones deberían ser replicadas a diferentes niveles de la toma de decisiones. Pulsar un botón o participar en un juego está muy lejos de hacerse una taza de té, ser candidato a la presidencia o cometer un delito.
Los efectos prácticos de esta demolición de la libre voluntad son difíciles de predecir. El determinismo biológico no se sostiene como defensa ante la ley. Los eruditos del derecho no están preparados para deshacerse del principio de responsabilidad personal. “La ley tiene que estar basada en la idea de que las personas son responsables de sus acciones, excepto en circunstancias excepcionales”, aduce Nicholas Mackintosh, director de un proyecto sobre la neurociencia y la ley, a cargo de la Royal Society en Londres.
Owen Jones, profesor de derecho en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, que dirige un proyecto similar financiado por la Fundación MacArthur, en Chicago, Illinois, sugiere que la investigación podría ayudar a identificar el nivel de responsabilidad de un individuo. “Lo que nos interesa es cómo la neurociencia nos puede dar una visión más detallada de cómo puede variar la capacidad de las personas a la hora de controlar su comportamiento”, señala Jones. Esto es algo que podría afectar a la severidad de la pena, por ejemplo.
Las respuestas también pueden terminar influyendo en el comportamiento de las personas. En 2008, Kathleen Vohs, psicóloga social de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis, y su colega Jonathan Schooler, ahora psicólogo de la Universidad de California en Santa Barbara, publicaron un estudio [5] sobre cómo se comportan las personas cuando se les apremia a pensar que el determinismo es cierto. Se les pidió a los sujetos que leyeran uno de los dos pasajes: En uno de ellos se sugiría que la conducta se reducía a factores ambientales o genéticos que no estaban bajo el control personal, y en el otro que la influencia era neutra en el comportamiento. Los participantes entonces, hicieron algunos problemas matemáticos en un ordenador. Pero justo antes que la prueba empezara, se les informó que debido a un fallo informático imprevisto, de vez en cuando aparecía la respuesta por accidente; si esto ocurría, tendrían que hacer clic en él sin mirar. Los que habían leído el mensaje determinista resultaron más propensos a engañar en la prueba. “Quizás, el negar la libre voluntad, simplemente proporciona esa excusa final para comportarse como uno quiera”, sugirieron Vohs y Schooler.
La investigación de Haynes y sus posibles consecuencias, sin duda han tenido un efecto en su forma de pensar. Él recuerda que estando en un avión de camino a una conferencia y tuvo una visión. “De repente imaginé un universo completamente determinista, yo mismo, mi lugar en él y todos esos diferentes momentos donde creemos que estamos tomando decisiones reflejando sólo algún flujo causal”. Pero no pude mantener esta escena de un mundo sin libre albedrío durante mucho tiempo. “Tan pronto como empecé a interpretar los comportamientos de las personas en su día a día, era prácticamente imposible mantenerla.”
A Fried, también le resulta imposible mantener el determinismo mentalmente. “No creo que pueda mantenerse de forma cotidiana y, ciertamente, tampoco pienso en ello cuando opero con el cerebro humano.”
Mele espera que los demás filósofos puedan obtener un mejor conocimiento de la ciencia sobre la intención consciente. Y hasta donde la filosofía se refiere, insiste, los científicos harían bien en suavizar su postura. “Tampoco se trata que la dedicación de los neurólogos que trabajan en el libre albedrío sea la de mostrar que no hay ninguna.”
  • Referencia: Nature.com, Por Kerri Smith 31 agosto 2011

¿Es el ADN una onda de energía que origina la vida?



En el 2011, el premio Nobel, Luc Montagnier demostró la “teletransportación del ADN”, donde moléculas ordinarias de agua en un tubo de ensayos sellado se convirtieron en ADN. Un tubo con agua corriente fue colocado junto a otro tubo que tenía con trazas de ADN en su interior. Ambos tubos fueron electrificados con una corriente débil de 7Hz. Algunas de las moléculas de hidrógeno y oxígeno en el tubo con agua pura y estéril se transformaron en ADN – por un proceso todavía desconocido para la ciencia occidental.
Sir Edmund Hoyle, el co-descubridor de la molécula de ADN y Chandra Wickramasinghe notaron que el 99% de todo el polvo en la galaxia tiene propiedades ópticas particulares. El único material que podría crear estos efectos en el laboratorio era la bacteria liofilizada.
En 1980, Sir Hoyle dijo: “Sospecho que la cualidad cósmica de la microbiología parecerá tan obvia para las futuras generaciones como que el Sol es el centro de nuestro sistema solar resulta obvio para la generación presente”.

Generadores de secuencias aleatorias podrian predecir grandes catástrofes.II



En el post anterior me referia a un artículo que es un buen resumen de lo que es hoy The Global Consciousness Project .
A dia de hoy esta experiencia científica un tanto singular, esta a pleno rendimiento. La mejor forma de ver como funciona es su Web, ubicada en la Universidad de Princeton. Está en inglés así que haré un acceso a los puntos mas interesantes, están en el menú de la izquierda de la pagina principal l:
http://noosphere.princeton.edu/  Inicio con una breve descripción, pero lo mas interesante un mapa del mundo, donde estan ubicadas todas las estaciones y reflejan su actividad en tiempo real con un codigo de color. A la izda del gráfico hay unas barras pequeñas que indican la desviación del conjunto.
 
The network http://noosphere.princeton.edu/egghosts/  Es un mapa interactivo mucho mas detallado de las estaciones y muchos detalles sobre ellas


node status http://noosphere.princeton.edu/status/basketstatus.html es un informe de cada estación.

daily tables http://noosphere.princeton.edu/data/eggsummary/ contiene una base de datos dia a dia desde 1988 donde podemos ver toda la actividad de cada estación y relacionarla con acontecimientos que ocurrieron en esa fecha. Un sencillo calendario nos ayuda a conseguirlo.


utilities http://noosphere.princeton.edu/utilities.html Contiene interesantes utilidades con las que jugar en tiempo real con los datos que llegan continuamente de las estaciones. Son gráficas y muy sencillas de usar sin instalar nada, desde la propia Web.
 
realtime display 

Bien, ¿ Por qué este post ahora ?
Después del primer artículo sobre los generadores de secuencias aleatorias
Lipe2.000 nos alerta
Algo está pasando, los índices están muy altos, esto sucede cuando algo va a pasar muy próximamente.
Estaremos atentos
Por que me ha dado la impresión de que en los últimos días el GCP ha tenido una actividad  bastante superior a lo habitual. Solo es una impresión, una hipótesis de trabajo que me gustaría  me ayudarais a resolver.
Si esto fuera cierto el sistema podría estar prediciendo un acontecimiento impactante, quizas catastrófico en algún punto del planeta, en las próximas horas o días.
Me gustaría que echarais un vistazo a los datos, para saber la impresión que os da a fin de corroborar la validez de este curioso experimento.

Generadores de secuencias aleatorias podrian predecir grandes catástrofes. I



¿Puede medirse el estado de estrés de la raza humana?
¿Ese estado puede predecir acontecimientos?
La ciencia ha descubierto otra prueba más. Somos más que carne y huesos. Tenemos una conciencia  como raza y esta se puede medir.
La ciencia  y la consciencia.
Un reportaje de nuestro colaborador lipe2.000

Un experimento iniciado en 1970 y presente en 65 países desvela una sorprendente relación entre los acontecimientos importantes para la sociedad humana y las reacciones físicas aleatorias. No sólo se desvían de sus valores habituales cuando ocurre algo significativo en la sociedad, sino que la alteración puede producirse incluso antes de que el acontecimiento relevante tenga lugar. Ocurrió horas antes del 11 de septiembre y en vísperas del tsunami asiático. La investigación, aunque ya tiene 35 años, está todavía en sus primeros pasos y no puede considerarse concluyente, si bien sugiere que una relación todavía desconocida para la ciencia existe entre el mundo físico y el mundo de la conciencia.

Una red mundial de generadores de números aleatorios muestra anomalías de funcionamiento cuando se producen acontecimientos que afectan a millones de personas, según un experimento iniciado en 1998 y que hoy tiene presencia en países de todos los continentes.
La red se llama The Global Consciousness Project (GCP) y representa el primer esfuerzo internacional para explorar si la atención social que comparten millones de personas cuando ocurren determinados acontecimientos relevantes, puede ser medida y validada científicamente.
La red GCP lleva operando desde hace 35 años y tiene presencia en 65 países, desde Alaska a las islas Fidji. Funciona en todos los continentes del globo y en todas las franjas horarias. En ella trabajan 75 investigadores, analistas e ingenieros.
Aunque está alojada oficialmente en la Universidad de Princeton y muchos de los investigadores participantes forman parte del estrato académico, la red GCP no está financiada por subvenciones universitarias, sino por una serie de patrocinadores. Entre ellos destacan The Princeton Engineering Anomalies Research y The Linux Documentation Project.
The Princeton Engineering Anomalies Research (PEAR) fue creado en 1979 por el decano de la Escuela de Ingeniería y Ciencia Aplicada de la Universidad de Princeton, Robert G. Jahn, con la finalidad de estudiar científicamente la interacción entre la conciencia humana y los instrumentos mecánicos y físicos. Entre los artículos explicativos de esta experiencia destaca el publicado por la revista Foundations of Physics Letters. El texto íntegro ha sido difundido por GCP.
Conciencia y realidad Robert G. Jahn ha dedicado un equipo de ingenieros, físicos, sicólogos y humanistas a desarrollar una serie de experimentos y elaborar modelos teóricos que contribuyan a explicar el papel que juega la conciencia en el establecimiento de la realidad física. La búsqueda de una posible relación entre la conciencia y la realidad material es una vieja tarea de la física teórica que fue perfectamente explicada en 1984 por John Wheeler y Wojcieck Zurek, cuando escribieron en su obra Quantum Theory and Measurement que son necesarios los observadores para dar existencia al mundo. Al buscar la posible relación entre la conciencia humana y determinados acontecimientos, el GCP forma parte de esa línea de investigaciones.
GCP funciona mediante una red de generadores numéricos aleatorios (GNA, REN en inglés). Una vez por segundo, cada GNA experimenta con 200 bits, es decir, con 200 ceros y unos, para determinar cuál de los dos dígitos prevalece. Es como tirar 200 veces una moneda al aire para determinar cuántas veces cae cara y cuántas cruz.
GNA utiliza la tecnología informática para generar dos números –el 1 y el 0- continuamente, en una secuencia totalmente aleatoria, emulando así el ejemplo de la moneda arrojada al aire, con dos posibles resultados: cara o cruz. Las secuencias resultantes se reflejan en gráficos. Las desviaciones en estas emisiones o en sus resultados provocan la aparición de curvas en los gráficos.
Leyes clásicas de cambio y de los Grandes Números Estas secuencias se rigen por las leyes clásicas del cambio, así como por la ley de los grandes números. Las leyes clásicas de cambio, como las leyes de Newton sobre la conservación de los momentos lineales, dictan que los generadores emiten igual cantidad de unos y de ceros en cada experimento. La Ley de los Grandes Números, considerada el primer teorema fundamental de la teoría de la probabilidad, establece a su vez que la frecuencia relativa de los resultados de un cierto experimento aleatorio, tienden a estabilizarse en cierto número, que es precisamente la probabilidad, cuando el experimento se realiza muchas veces.
Según ambas leyes, por tanto, cada segundo del experimento GCP se emite la misma cantidad de unos y ceros en 65 países diferentes del mundo, al mismo tiempo que las probabilidades de que predominen unos o ceros tiende a estabilizarse en el tiempo en todos los experimentos, representando así la probabilidad.
Un programa presente en cada ordenador de la red registra las secuencias aleatorias resultantes de cada generación de unos y ceros. Memoriza esas resultantes y envía los datos, cada cinco minutos, al servidor central de Princeton, donde son comparados informáticamente con los datos obtenidos por el mismo procedimiento por el resto de la red.
Impacto social y aleatoriedad
Lo que ha sorprendido a los científicos es que cada vez que ocurre algo que tiene un gran impacto social, las secuencias de estos generadores numéricos aleatorios se alejan de los valores habituales, mostrando desviaciones extraordinarias. Han constatado que un fenómeno social impactante influye en el comportamiento del generador, tal como sugiere la metáfora del gato de Schrödinger.
Por ejemplo, si después de varios años de arrojar monedas al aire se establece que en un 35% cae cara y un 65% cae cruz, esos valores cambian radicalmente cuando ocurre algo importante que capta la atención de mucha gente en el mundo, desviándose de los valores ordinarios.
Estos cambios en los comportamientos aleatorios se han detectado en una serie de episodios, como el bombardeo de una embajada, el ataque terrorista del 11 de septiembre, una catástrofe aérea o una toma de rehenes. Incluso en el reciente tsunami asiático.
Los generadores funcionan constantemente, generando millones de números y gráficos segundo a segundo, día a día, extraidos del ruido cuántico. La mayoría del tiempo, el gráfico que refleja los resultados de este juego aleatorio se mantiene más o menos en una línea plana, que refleja la probabilidad.
Predicciones de catástrofes
Sin embargo, lo más sorprendente estaba aún por llegar. El 11 de septiembre de 2001, cuatro horas antes de que las torres gemelas sufrieran el ataque terrorista de dos aviones suicidas, los gráficos comenzaron a trastocarse, como si la conciencia humana previera que algo terrible, impactante e importante para la comunidad global fuera a suceder.
Las desviaciones registradas el 11S en las pulsiones aleatorias no pueden atribuirse a alteraciones electromagnéticas o excesivo uso de los móviles, tal como explican los protagonistas de esta experiencia en el Journal of Scientific Exploration.
Para los científicos, aquellas cuatro horas fueron extrañas: no sabían lo que estaba pasando para que los números variaran, y se quedaron atónitos cuando descubrieron que quizá lo que había afectado a los gráficos era un hecho que, para cuando éstos habían comenzado a cambiar, aún no había ocurrido.
En aquel momento, las transformaciones en el orden numérico parecieron un fruto del mero azar. Sin embargo, en diciembre de 2004, las máquinas parecieron volverse locas de nuevo. Veinticuatro horas antes de que sucediera el inmenso terremoto del Océano Índico que tanto afectara al Asia suroriental, devastando las costa y matando a 250.000 personas, los gráficos se trastocaron de nuevo.
Relación desconocida El doctor Nelson, miembro del equipo de Princeton, en declaraciones a RedNova, señala sin embargo que la importancia de los resultados registrados en los gráficos radicaría en que, a pesar de que todos funcionemos como individuos, parece ser que hay algo mayor, un elemento común en nuestras conciencias, un elemento global, si bien cuando se habla de conciencia global se trata únicamente de una metáfora. La investigación, aunque ya tiene 35 años, está todavía en sus primeros pasos y no puede considerarse concluyente, si bien sugiere que una relación todavía desconocida para la ciencia existe entre el mundo físico y el mundo de la conciencia.
 Publicado en tendencias21.net

Los físicos logran ocultar sucesos durante billonésimas de segundo en el laboratorio



Siempre se ha dicho que el cuento de Alicia en el país de las maravillas era más que un relato para dormir.
Todo en él era una descripción de los principios, cuantos de la física moderna.
Ahora tenemos más.
Ahora tenemos el espejo para cruzarlo. Puede que después de esta noticia, algunos lectores no se asusten tanto o se muestren tan perplejos cuando hablamos del cronovisor.
En su batalla final contra el mal en sus películas, Harry Potter podría haber usado un tipo de capa recientemente descubierto: no una que oculta objetos en el espacio, sino sucesos en el tiempo.
Como directores de cine cortando partes de una película, los físicos han encontrado una manera de abrir por un tiempo un hueco en un haz de luz. Los sucesos que se producen durante ese breve periodo de tiempo no se pueden ver, así como el propio hueco.
Moti Fridman y sus colegas de la Universidad de Cornell reportaron la primera prueba experimental de este “ocultamiento temporal” el 11 de julio en arXiv.org (on-line).
Aunque el truco por ahora no ocultaría a los ladrones de bancos de las cámaras de seguridad, podría ser utilizado en dispositivos electrónicos u ópticos.
Las anteriores “capas de invisibilidad” ocultaban objetos de nuestra vista curvando la luz. De la misma forma que el agua fluye alrededor de una roca en medio de un río, las ondas de luz se curvan alrededor de una capa y se reunen a la perfección del otro lado, sin que queden señales de ese desvío.
Una capa temporal oculta un suceso cambiando la velocidad de la luz, no su dirección. Con la velocidad de la luz limitada a 299.792.458 metros por segundo, el truco sólo funciona cuando la luz viaja con más lentitud que en el vacío, como sucede en los cables de fibra óptica.
El equipo de Cornell, que no dio una entrevista sobre el artículo, que está pendiente de publicación, manipuló la luz en un cable de fibra óptica utilizando una lente temporal, un dispositivo de silicio desarrollado para aumentar la velocidad en la transferencia de datos. Una parte de la luz que pasa a través de esta lente se acelera, y una parte se frena. Las ondas se dividen, al estilo de Moisés dividiendo las aguas, y crea un hueco de oscuridad. Una segunda lente ubicada más alejada en el cable vuelve a unir la luz de manera que llegue a destino intacta, sin registro del hueco, o cualquier cosa que haya sucedido durante este breve momento.
El hueco duró unas 15 billonésimas de segundo, tiempo suficiente para ocultar pulsos de luz que fueron creados dentro de la capa de invisibilidad, describen los investigadores. En teoría, este hueco temporal se podría acrecentar a más de un microsegundo en un cable más largo. Para tiempos mayores, las imperfecciones de la técnica serían suficientemente importantes como para revelar la presencia del hueco.
“Es un hueco temporal mucho mayor de lo que pensábamos posible”, dice Paul Kinsler, físico del Imperial College de Londres. Kinsler y sus colegas describieron por primera vez la idea de una capa temporal en un artículo publicado en febrero en la revista Journal of Optics. Su perfecta e indetectable capa temporal necesitaba de metamaterial exóticos, estructuras artificiales que se usan en las capas de invisibilidad tradicionales.
“Serían necesarios metamateriales que cambiaran sus propiedades en el tiempo así como en el espacio”, dice el miembro del equipo Martin McCall, también en el Imperial College de Londres. “En la actualidad, producir esa situación ideal está más allá de la tecnología de metamateriales”.
La imperfecta capa de Cornell, que no está hecha con metamateriales, puede ser útil para el procesamiento de señales. En teoría podría interrumpir un flujo de datos, permiendo que se procesara otro, y luego reconstruir la señal original. Un detector no notaría la interrupción.
Es improbable que se logren huecos temporales mayores, a una escala de tiempo cotidiano, sin embargo. Incluso con una capa de metamaterial teóricamente perfecta, un hueco de unos ocho minutos requeriría un dispositivo del tamaño del Sistema Solar, estima McCall.
http://axxon.com.ar/noticias/2011/07/una-capa-de-invisibilidad-pero-en-el-tiempo/
Fuente: http://maestroviejo.wordpress.com/2011/09/14/los-fisicos-logran-ocultar-sucesos-durante-billonesimas-de-segundo-en-el-laboratorio/

Sana tu cuerpo con tu mente: la ciencia se rinde ante el poder curativo del pensamiento



Hipnosis, placebo, pensamiento positivo, fe espiritual, sueños lúcidos, meditación son algunas de las formas a través de las que la ciencia moderna ha redescubierto que la mente es capaz de operar y sanar el cuerpo. 


El Dhammapada, uno de los textos budistas más influyentes inicia así: “Somos lo que pensamos. Todo lo que somos surge de nuestros pensamientos”. Estas palabras son atribuidas a Buda y se remontan unos 2500 años atrás, tiempo también que ha tardado la ciencia occidental en reconocer el poder de la mente sobre el cuerpo. Pero parece que por fin, a la luz de la evidencia, el pensamiento científico reconoce que el pensamiento –sin aún reconocer una cosa como la “energía psíquica”– es fundamental en moldear los estados físicos que experimentamos.
Una de las publicaciones de divulgación científica más importantes del mundo, la revista New Scientist, dedica una reciente edición al poder de la autosanación. Como bien dice la editora Jo Marchant, ya no se necesita ser hippie para creer en el poder de la mente –ahora la ciencia, apoyada en investigaciones rigurosas, puede constatar que la mente es clave en la salud, y probablemente sea el “ingrediente activo” más importante de toda la medicina.
Diferentes estudios en torno al placebo, la hipnosis, la meditación, el pensamiento positivo, la confianza, la intención (y otras más que analizaremos más adelante) muestran que la mentalización ejecre una influencia significativa en determinar el estado de salud de una persona. Esto funciona en ambas direcciones: personas que muestran un alto grado de fe, confianza en sí mismos (o en los placebos), que meditan, visualizan o hacen algún tipo de proyección mental responden reiteradamente mejor a los tratamientos, se enferman menos y tienen un mayor calidad de vida. Personas sometidas al estrés, que exhiben poca confianza –interés e intención–, que pueden ser calificadas como pesimistas y que en suma no utilizan su mente como herramienta para transformar su cuerpo, por el contrario, tienden a enfermarse más y a responder con menor efectividad a todo tipo de tratamientos.
Tal vez podría parecer una simplificación de la vida y de situaciones tan complejas como pueden ser algunas enfermedades, pero de manera profunda nuestros estados mentales se convierten en nuestro estados físicos y, de alguna forma que se nos escapa en la cotidianidad, la mayoría de nuestras enfermedades son el resultado de procesos psíquicos. Aunque la ciencia occidental actualmente aún no formula una concepción totalmente integral de la salud, en la que ninguna enfermedad esté desligada de un proceso de mente-cuerpo, es probable que avance hacia allá, curiosamente una evolución que es un regreso a las premisas de la medicina y de la filosofía de culturas tradicionales (generalmente consideradas como primitivas por la ciencia moderna): un entendimiento holístico de la naturaleza.
En este sentido además de explorar diversas técnicas de mentalización para sanar, habría que reflexionar sobre aquellos pensamientos y patrones mentales que nos han llevado a enfermar, muchos de ellos se ocultarán en nuestro inconsciente y querremos evitar enfrentarlos, pero en el proceso de detectarlos y observarlos estaremos iniciando un viaje vital de autoconocimiento en el que cada uno de nosotros puede convertirse en su propio chamán –verdaderamente en el único médico que puede hacer sanar de raíz. Hasta que no hagamos consciente nuestro inconsciente, como enfatizó Carl Jung, seremos susceptibles a una serie de contingencias que permanentemente amenzan con tomar control de nuestro cuerpo y de la dirección que lleva nuestra vida. (Hacer consciente lo inconsciente también permite que se conozca cómo funciona la mente –al ver las causas y los efectos de manera transparente– y de esta forma evita que tengamos que ser hipócritas o impostores pensando positivo buscando una especie de efecto mágico desconocido y llenando el mundo de sonrisas falsas programadas).
Cada pensamiento, cada actividad mental que realizas es una semilla de lo que serás. No es necesario invocar a la magia para entender esto, sino a la más pura causalidad, a una minuciosa concatenación de eventos y situaciones mentales que van, de la misma forma que el ejercicio físico, moldeando nuestra anatomía psíquica, la cual ejerce potestad sobre nuestro cuerpo. Como suele decirse en el yoga: “el cuerpo no es sólido, sólo la mente”. En la medida en la que seamos capaces, a través de la disciplina, de generar estados mentales suficientemente flexibles podremos seguramente superar los escollos del cuerpo y de ese supuesto determinismo inexorable que presenta la genética.
 PLACEBO
“Yo les habló a mis pastilllas”, dice Dan Moerman, profesor de antropología en la Universidad de Michigan “Hey, muchachos, sé que están haciendo unexcelente trabajo”. Tal vez esto pueda parecer rídiculo, hablarle a tus pastillas como si fueran seres animados, pero todo indica que esto funciona.
Hay algo que esta claro, el efecto placebo está lejos de ser solamente imaginario. Repetidos padecimientos, desde la depresión, el Parkinson, la osteoartritis, la esclerosis múltiple y por supuesto la depresión se benefician del tratamiento con placebo. Estudios muestran cambios notables bajo el influjo del placebo, tales como la generación de analgésicos naturales, alteración en los patrones de excitación neuronal, disminución en la presión sanguínea y en el ritmo cardiaco y una mejoría en la respuesta inmunológica. Incluso hay evidencia de que algunos fármacos funcionan amplificando el efecto placebo –cuando las personas no saben que las están tomando dejan de funcionar.
Por otro lado, solamente creer en los efectos dañinos de una sustancia puede hacer que los padezcas, hasta el punto de que el efecto “nocebo” (el hermano gemelo maligno del placebo), puede llegar a matar a una persona (New Scientist, 13 May 2009, p 30).
El placebo es especialmente una prueba del poder de la mente de programar al cuerpo, ya que funciona incluso cuando una persona sabe que es placebo. Un estudio reciente en la escuela de medicina de Harvard hizo que pacientes con síndrome de intestino irritable tomaran una píldora inerte. Se les dijo a los pacientes que las pastillas estaban hechas de “una sustancia inerte, como pastillas de azúcar,  que han demostrado en estudios clínicos prouducir mejoras significativas en los síntomas del intestino irritable a través de un proceso de autosanación mente-cuerpo”, lo cual es totalmente verdad. Pese a saber que las pastillas eran inertes, los pacientes que las tomaron reportaron una mejora en sus síntomas significativamente superior a los pacientes que no tomaron el placebo (PLoS ONE, vol 5, e15591).
Así que ya sabes, programa tus pastillas, imbúyeles propiedas extraordinarias de sanación. Es más, programa tu comida. Programa tu ambiente.  Sí, el mundo es placebo, y eso puede ser desconcertante, pero lo cierto es que lo que significa esto es que el mundo puede ser exactamente como lo programes, al programarte a ti mismo.

PENSAMIENTO POSITIVO, OPTIMISMO
Nunca subestimes el poder del pensamiento positivo, aunque esto pueda parecer una solución demasiado simple o hasta estúpida para un problema –el verdadero problema yace en poder sostener el pensamiento positivo e intencionado por una buena cantidad de tiempo.
Los optimistas se recuperan más rápido de los procdimientos quirúrgicos, tienen sistemas inmunológicos más sanos, viven más en general y cuando padecen enfermedades como el cáncer o falla del riñón (Annals of Behavioral Medicine, vol 39, p 4).
En cambio el pensamiento negativo y la ansiedad son importantes causas de enfermedades.  El estrés –expresado como la creencia de que estamos en riesgo–detona vías fisiológicas como la respuesta de correr o pelear. Estas han evolucionado para protegernos en situaciones extremas, pero cuando se encienden por periodos prolongados incrementan el riesgo de la diabetes o la demencia. Así que tranquilo, nada va a pasar si no crees que va pasar… al menos de que haya un (hambriento) tigre dientes-de-sable sentado a lado de tu escritorio, no te preocupes, no es tan importante lo que estás haciendo. Las chill-pills son gratis y son ubicuas en el espacio como hologramas etéreos fosforescentes que pululan alrededor de tu cabeza si te tomas un minuto para enfocar.
Científicos empiezan a descubrir que las creencias positivas no sólo funcionan aplacando el estrés. Sentirse sano y salvo, o creer que las cosas saldrán bien, ayuda al cuerpo a mantenerse y repararse.  Un reciente estudio concluyó que los beneficios del pensamiento positivo ocurren de manera independiente de los estados negativos, como el pesimismo y el estrés, y son comparables en magnitud (Psychosomatic Medicine, vol 70, p 741). Así que no sólo no pienses negativo, piensa positivo, si es que estás vivo, porque así te sentirás mejor.
La bondad psicofísica del optimismo se traduce en la reducción de los niveles de inflamación y de hormonas de estrés como el cortisol. También puede estimular el sistema nervioso parasimpático, el cual gobierna la respuesta de “descansar y digerir”, opuesta a “correr y pelear” (a veces traducida como de huir y luchar).
Tan útil como ver positivo el futuro es verte a ti mismo de manera favorable. Autoaumentarte –en un conjuro de placebo narcisista– hace que se tengan menos respuestas cardiovasculares al estrés, te recuperes más rápido y que tengas niveles más bajos de cortisol (Journal of Personality and Social Psychology, vol 85, p 605).
 MEDITACIÓN
La meditación es una de las cartas estrella que tiene una persona para re-hackear su cuerpo. Existe evidencia de que la meditación estimula la repuesta inmunológica en personas con cáncer y en personas que han recibido vacunas, protege de la depresión, retarda la progresión del VIH e incluso sirve para limpiar impurezas de la piel. Y es que esa es la otra, la mente no sólo es una herramienta para sanar el cuerpo, también para embellecerlo –es el cosmético cósmico–.
Regresando al inicio budista de este artículo, el antiguo maestro Nagarjuna en su texto String of Precious Jewels escribió que “la paciencia es abandonar los sentimientos de enojo” y  la”paciencia trae la belleza”. Analizando las palabras de Nagarjuna,  Geshe Michael Roache dice: “Para verte a ti mismo como físicamente atractivo y saludable, planta improntas para esto en tu subconsciente al siempre rechazar el enojo”. Para cultivar la paciencia –y su potencial de belleza–, nada como meditar.
La meditación ha mostrado un interesante potencial para combatir el envejecimiento. La telomerasa, la capa protectora de los cromosomas, se reduce cada vez que una célula se divide, lo cual propicia el envejecimiento. Estudios realizados en la Universidad de California-Davis, muestran que los niveles de una enzima  que fomenta la producción de telomerasa eran más altos en personas que habían acudido a un retiro de meditación que en un grupo de control (esto es especialmente interesante ya que la telomerasa ha logrado revertir los procesos degenerativos en ratas en un estudio reciente de la Universidad de Harvard).
Como ocurre con otros aspectos analizados aquí, la meditación trabaja influyendo en las vías de respuesta al estrés. Las personas que meditan tienen menores niveles de cortisol y muestran cambios en la amígdala, la zona del cerebro que regula el miedo y la respuesta a una amenaza (como el comportamiento de huir y luchar).
Una de las investigadores del estudio citado, Elissa Epel, de la Universidad de California, cree que la meditación puede aumentar “las vías de restauración y aumento de salud”, al detonar una serie de hormonas sexuales y de crecimiento.
El poder de la meditación no requiere de un arduo amaestramiento para hacerse sentir, la meditación  puede casuar cambios estructurales en el cerebro con tan sólo 11 horas de entrenamiento.
Entre otros de los efectos positivos para la salud documentados de la meditación están haber disminuido la violencia en una prisión, combatir el déficit de atención y la depresión, reducir hasta en un 50% la posibilidad de un ataque cardiaco y ser más efectiva que los medicamentos industriales contra el dolor.
HIPNOSIS
El Dr. Peter Whorwell de la Universidad de Manchester ha pasado la mayor parte de su carrera recopilando evidencia sobre el uso de la hipnosis para tratar el síndrome de intestino irritable. Esta condición tiene la particularidad de que muchos pacientes sufren síntomas sin que los doctores puedan observar que hay algo que está mal. Muchos de los pacientes de Whorwell habían llegado a un punto casi suicida en el que sentían que la medicina no podía hacer nada por ellos.
Whorwell ha demostrado que bajo hipnosis algunos de sus pacientes pueden reducir las contracciones del intestino, algo que normalmente nos puede controlar conscientemente y muchos reducen el nivel de dolor que sienten. (Journal of Psychosomatic Research, vol 64, p 621).
Pese a estudiarse desde al menos el siglo 19, aún no se sabe exactamente cómo funciona la hipnosis, pero se cree que pacientes hipnotizados pueden influir partes de su cuerpo de forma profunda y novedosa, como si tuvieran mayor injerencia o accedieran una mayor capacidad operativa. Algunas personas son capaces de autohipnotizarse, lo cual abre un amplio campo de posibilidades autocurativas.
Entre la hipnosis y la meditación yace la terapia de regresión, en la que un paciente viaja mentalmente a sus recuerdos, representando una narrativa, y enfrenta simbólicamente sus conflictos para de esta forma, en un estado de profundidad psíquica, desamarrar los cuerpos mentales que bloquean la vías por las cuales fluye la energía vital.
LA SOLEDAD, LA ACTITUD HACIA LOS DEMÁS
Recientes estudios científicos muestran que la soledad –más como un estado mental que un hecho físico– puede incrementar el riesgo de sufrir ataques cardiacos, demencia, depresión y otros padecimientos. Por otro lado las personas que están satisfechas con sus vidas sociales duermen más, envejecen más lento y responden mejor a las vacunas. Una vida social estimulante es, según John Cacioppo de la Universidad de Chicago, aún más imporante que dejar de fumar para tener una vida sana. Así qu ya sabes esos alegres tabacos fiesteros en comunión tal vez no te están haciendo tan mal –al menos no tanto como esos deprimentes cigarrillos solitarios.
Según Cacippo las personas que llevan vidas sociales ricas no se enferman tanto y viven más tiempo (aunque aquí enfrentamos la posible disyuntiva de sí una vida social rica es el resultado de la salud física o viceversa).
Pero Cacioppo defiende que existen mecanismos directos relacionados a la soledad que brindan un déficit en la salud. Las personas solitarias bombean más cortisol, un mecanismo que sugiere podría haber evolucionado a partir de situaciones en las que el percibirse en aislamiento social detonó actividad en el sistema inmunológico involucrada en la cicatrización y la infección bacterial, una actividad que puede ser benéfica en ciertos momentos pero al ser constante puede ser contraproducente.  Cacioppo también teoriza que las personas en grupo podrían estar favoreciendo las respuestas inmunológicas necesarias para combatir los virus, como una de medida de prevención a la posibilidad de contagio.
Significativamente los efectos de la soledad se hacen sentir conforme a una persona se percibe a sí misma y no en relación a su contacto social cuantitativo. Esto podría tener que ver con que, desde un punto de vista evolutivo,  estar entre personas hostiles puede ser tan peligroso como estar solo. Por lo cual lo importante es cómo el cerebro procesa esta soledad y cómo es capaz de reforzar sus relaciones con el mundo –las cuales funcionan como defensas autoinmunes (Annals of Behavioral Medicine, vol 40, p 218). Es decir, puedes estar solo, pero si tu mente es fuerte estarás acompañado por una sana sociedad universal (y los átomos podrán ser micro-budas medicinales).
FE-INTENCIÓN
En un estudio realizado con 50 personas que tenían cáncer en los pulmones, aquellos que tenían “fe espiritul” respondieron mejor a la quimoterapia y vivieron por más tiempo: más del 40% de ellos estaba vivo después de tres años, comparado con sólo un 10% en el grupo de poca fe (In Vivo, vol 22, p 577).
Aunque existen numerosos estudios que muestran que las personas “religiosas” tienen mejor salud que las no religiosas, es difícil sacar conclusiones de esto ya que generalmente las personas religiosas también llevan estilos de vida que en sí promueven la salud. Sin embargo, algunos científicos creen que lo que verdaderamente tiene efectos en la salud es el tener una intención o un sentido de propósito en la vida, sea la que sea. Esto hace que se manejen las situaciones consistentemente con menos estrés, lo cual como hemos visto tiene una cuantiosa serie de beneficios.
Uno de los investigadores que realizó el estudio de la meditación y la telomerasa cree que probablemente  el sentido de propósito y la intención fueron al menos tan importantes como la misma meditación en aumentar los niveles de la enzima que repara la telomerasa.
Esto se correlaciona con prácticamente todo lo que hemos visto aquí, el dotar a la mente de una clara intención –de curarse, de mejorar, de aprender, etc.– es una forma de avisarle de que estamos dispuestos a aceptar transformar la realidad, de que estamos abiertos a su operación etérea sobre la falsa rigidez del cuerpo.
SUEÑOS LÚCIDOS
Uno de los más interesantes e inexplorados campos de la autosanación son los sueños lúcidos. El pionero en este campo, el Dr Stephen Laberge, de la Universidad de Stanford, ha demostrado que fisiológicamente las experiencias que se viven dentro de un sueño lúcido son análogas a las que se viven despiertos, tal que el cuerpo presenta las mismas respuestas fisiológicas con un orgasmo onírico lúcido que con un orgasmo despierto, por citar un ejemplo estudiado anterioremente. Esto abre la puerta para que las personas que logran controlar sus sueños puedan utilizarlos como escenarios de prueba, salas de operación, en los que experimenten con el poder de su intención posiblemente simulando acontecimientos de sanación.  Si sabemos que lo que sucede en un sueño lúcido sucede con la misma o casi la misma potencia en el cuerpo que lo que sucede despierto, y sabemos que la mente es capaz de detonar una serie de respuestas que desencadenan mecanismos de sanación, entonces ir al doctor en un sueño puede servirnos tanto como ir al doctor despiertos –e incluso podríamos fabricar y tomar, lúcida y lúdicamente, nuestras propias medicinas oníricas.
“Existen sugerencias y anécdotas que señalan que los sueños lúcidos pueden ser útiles para la sanación. Basándose en experimentos llevados a cabo en el pasado que muestran una fuerte correspondencia entre las tareas realizadas en el estado de sueño y los efectos que tienen en el cerebro y en menor medida en el cuerpo, se ha hecho la sugerencia que sueños lúcido específicos podrían facilitar  los procesos de sanación del cerebro”, escribe Laberge.
El potencial de sanación de los sueños tiene que ver también, al igual que la hipnosis, con la posibilidad de que en estos estados podamos acceder a partes de nuestro cerebro que pueden enviar órdenes al cuerpo con mayor determinación o simplemente usar partes que no usamos pueda ser en sí mismo un acto saludable.

Fuente: http://pijamasurf.com/2011/09/sana-tu-cuerpo-con-tu-mente-la-ciencia-se-rinde-ante-el-poder-curativo-del-pensamiento/

Una nueva física para un universo más allá de la velocidad de la luz



La medición de neutrinos superlumínicos estremece el edificio de la física moderna; de confirmarse, esto significaría que la información puede viajar al pasado, que existen otras dimensiones y quizás hasta que la causalidad es una ilusión.
Esta semana el equipo de investigación OPERA, del laboratorio europeo de física CERN, dio a conocer una medición realizada en la que se registró por primera vez un exceso de velocidad al límite cósmico que había impuesto la teoría de la relatividad de Einstein. Unos neutrinos, partículas especialmente elusivas, superaron por poco los 299,792.458 kilómetros por segundo a los que viaja la luz, en un recorrido de 730 km a lo largo de la Tierra al laboratorio Gran Sasso. Si bien los físicos advierten que la medición debe de tomarse con cautela, de confirmarse significaría uno de los más profundos sacudimientos hacia los fundamentos con los que se ha construido el edificio de la física moderna —y por lo tanto hacia nuestra realidad.
En estos tres días subsiguientes al anuncio del CERN se ha generado una creciente polémica sobre el significado de estos neutrinos superlumínicos. Hemos vistos físicos sensatos, como los autores del experimento, que muestran su total asombro y llaman a replicar el experimento, otros más que, con el dogma que caracteriza a una vieja guardia de la ciencia que ve amenazada sus creencias por descubrimientos como este, simplemente señalan que tal medición tiene que estar equivocada y por otro lado aquellos que empiezan a imaginar y a especular lo que esto podría significar.
El experimento realizado por el equipo a cargo de Dario Autiero tomó 3 años y cronometró 15 mil neutrinos arribando 60 mil millones de segundo antes de lo que se esperaría si viajaran a la velocidad de la luz, con un  margen de error de menos de 10 mil millones de segundo. El físico de partículas del MIT y premio Nobel. Samuel C.C. Ting, congratuló al equipo por su experimento, afirmando que este estuvo “hecho muy cuidadosamente, checando el error sistemáticamente con gran detalle”. Aunque evidentemente es posible que exista un error, el experimento está hecho conforme al canon científico, por lo cual de alguna manera, si dudamos de este experimento (pese a ser casi increíble), deberíamos de dudar de cualquier otro experimento.

Los neutrinos son partículas sin carga eléctrica que tienen una pequeñísima masa (supuestamente solo una partícula sin masa puede llegar a la velocidad de la luz). Estas partículas son especialmente fantasmagóricas, sumamente difíciles de detectar y se crean de las colisiones entre los átomos y los rayos cósmicos durante reacciones nucleares como las que ocurren en el corazón del Sol. En este momento miles de millones de neutrinos atraviesan tus dedos, posiblemente más rápido que la velocidad de la luz.
Ahora bien, la anterior descripción de los neutrinos, bajo este teórico nuevo paradigma de la física, se pondría seriamente en entredicho, ya que una de las implicaciones más estremecedoras de la medición del CERN es que si las partículas pueden viajar más allá de la velocidad de la luz, la causalidad podría dejar de tener sentido.
Si los neutrinos pueden viajar más rápido que la luz, entonces deben de poder viajar en el tiempo y extrañamente llegar a un lugar antes de partir. Podrían también usarse para enviar mensajes al pasado. Esto implica que un “efecto” podría ocurrir antes de su “causa”: podrías caer antes de ser empujado, podrías presenciar una explosión antes de que se detonen los explosivos  y por supuesto ser atravesado por millones de neutrinos antes de que estos se hayan creado en el Sol, y así innumerables  ejemplos de este vértigo lógico que instaura el imperio del caos para la razón.
Este descubrimiento, de confirmarse, da al traste con la ley de la relatividad, según la cual se necesita una cantidad infinita de energía para que algo supere la velocidad de la luz, debido a que un objeto a esta velocidad cobraría una masa infinita.  Energía infinita es para el entendimiento de la física algo simplemente imposible de obtener.
Para surcir este agujero en su modelo del universo, los físicos creen que tal vez los neutrinos podrían estar utilizando un atajo para cortar distancia entre dos puntos, recurriendo entonces a una quinta dimensión doblada en la tela del espacio-tiempo y de esta forma, al viajar una distancia más corta, no tendrían que romper el límite de la velocidad de la luz. Esta explicación podría concordar con el modelo de la teoría de súpercuerdas, que señala que las partículas son pequeños bucles vibratorios (o cuerdas) que se despliegan de un orden profundo multidimensional (generalmente se considera que podrían haber 11 dimensiones). Así que si los neutrinos no son viajeros en el tiempo quizás sí sean viajeros interdimensionales. Y si existen múltiples dimensiones implicadas en el universo, también es posible que exista toda una plétora de objetos y seres desconocidos que yacen más allá de nuestros sentidos y de nuestros artefactos de medición.
Algunos físicos consideran posible la idea un poco reduccionista de que los neutrinos simplemente se comportan de manera distinta a todas las partículas que conocemos. Estas partículas vienen en diferentes “sabores” y pueden cambiar de un sabor a otro como si fuera micro bolas de helado cósmico.  Quizás su capacidad de superar la velocidad de la luz es una característica única de estas partículas y no afecta el mundo macroscópico que vivimos. Aunque evidentemente esta hipótesis estará incompleta —porque no resuelve el predicamento de que se violan las teorías fundamentales de la física, ya que si tan solo es parcialmente, de todas formas esto impide que se formulen leyes y constantes. Pero tal vez esa sea la naturaleza de la realidad del universo: ¿por qué necesariamente debiera de ajustarse a nuestros modelos racionales? ¿O hay una necesaria correspondnecia entre la arquitectura de nuestra mente y la arquitectura del universo?
Pese a que este descubrimiento parece ser un revulsivo sobre la física moderna, desde hace décadas se ha teorizado la posibilidad de que existan partículas que viajen más rápido que la luz, llamadas taquiones, aunque con mayor aceptación en el campo de la ciencia ficción. Asimismo el fenómeno del entrelazamiento cuántico podría sugerir la transmisión de información a mayor velocidad que la luz. El estado de entrelazamiento cuántico, observado cuantiosamente en el laboratorio,  implica básicamente que dos partículas que han estado en contacto forman un estado conjunto, tal que pese a alejarse en distancia (teóricamente hasta el infinito), permanecen unidas, respondiendo instantáneamente sus estados físicos.
Según el teorema de la no-comunicación, la transferencia instantánea solo ocurre como una “falla de realismo” entre observadores, pero no significa una transmisión de información a mayor velocidad de la luz. Existen algunos físicos, sin embargo, que consideran que el entrelazamiento cuántico sí permite una transmisión a mayor velocidad de la luz y otros, como David Bohm, resuelven esta famosa paradoja de EPR recurriendo a un universo no-local, con algunas similitudes a las extradimensiones de las súpercuerdas, en el caso de Bohm, sin embargo, teorizando que existe una unidad subyacente a todos los fenómenos en la que todo está en todas partes, holográficamente en todos los momentos  y por lo tanto es posible que dos partículas, una en Orión y otra en la Tierra, por ejemplo, ejerzan una conexión instantánea, ya que es la misma partícula la que se manifiesta del orden implicado al orden explicado —es solo un fenómeno de percepción que nosotros creamos que son dos partículas separadas.

Hace unos meses los hallazgos del Daryl Bem de la Universidad de Cornell, también altamente controvertidos, al parecer mostraron que la información puede viajar desde el futuro  y que la mente humana es capaz de percibirla. Sujetos en un experimento presintieron imágenes pornográficas que les iban a ser mostradas. Si bien el experimento de Bem ha sido ampliamente cuestionado, quizás a la luz de los neutrinos pueda resignificarse. Antes que Bem, el físico Yakir Aharanov también había formulado la teoría de la retrocausalidad, en la cual un evento en el futuro puede influir en el pasado.
¿Estamos siendo bombardeados informáticamente desde el futuro por neutrinos? ¿Somos nosotros mismos que nos llamamos del futuro, tal vez para seducirnos hacia un cierto destino cósmico? ¿Tiene sentido el universo o es simplemente un vacío que nosotros interpretamos y legislamos, proyectando nuestra mente en el espacio, construyendo sistemas de realidad? Y si fuera así, ¿es el tiempo un fenómeno de mera percepción humana? Y si lo es, ¿es entonces la eternidad lo que nos aguarda más allá de nuestra percepción constreñida a los paradigmas de nuestro pensamiento?
Sin duda preguntas fascinantes que se abren hoy, estimulantes paradojas en este viaje de autoconocimiento que llamamos universo.
Con información de Live Science
Fuente: http://pijamasurf.com/2011/09/una-nueva-fisica-para-un-universo-mas-alla-de-la-velocidad-de-la-luz/

El hilo cósmico que nos une, revelado



Cada son más las evidencias de que “TODO” está conectado, independientemente de que creamos en ello o no…
Si las galaxias están unidas por un hilo cósmico… ¿porqué no vamos a estarlo todos los seres humanos…?
O es mas… ¿porqué no todos los seres que habitamos este planeta tierra…?
O más aún… ¿porqué no también nuestra conciencia a otros niveles más profundos de nuestro ser y de la realidad…?
El hilo cósmico que nos une, revelado
Astrónomos de la Universidad Nacional de Australia han descubierto el hilo cósmico que teje la estructura del Universo. Se trata de un filamento con una gran cantidad de material que conecta nuestra galaxia, la Vía Láctea, a otras agrupaciones cercanas de galaxiasque, a su vez, están interconectadas de la misma forma con el resto del Universo. La investigación, que muestra una especie de «escalera» al cielo, aparece publicada en Astrophysical Journal.
«Examinando las posiciones de antiguos grupos de estrellas, llamados cúmulos globulares, encontramos que los cúmulos forman un plano estrecho alrededor de la Vía Láctea en lugar de estar dispersos por todo el cielo», explica el astrónomo Stefan Keller. «Lo que hemos descubierto evidencia un hilo cósmico que nos conecta a la vasta extensión del Universo», explica. A su juicio, este hilo de cúmulos estelares y galaxias pequeñas alrededor de la Vía Láctea «es como el cordón umbilical que alimentó nuestra galaxia durante su juventud».
Existen dos tipos de materia que componen el Universo: la materia dominante -aquella que forma todo lo que conocemos, incluidos las galaxias, estrellas, planetas- y la predominante y enigmática materia oscura, que nadie puede ver pero de cuya existencia está convencida una buena parte de la comunidad científica.

Una esponja de cocina

«Una consecuencia del Big Bang y el dominio de la materia oscura es que la materia ordinaria es impulsada, como la espuma en la cresta de una ola, a una vasta extensión de hojas y filamentos interconectados sobre enormes vacíos cósmicos, al igual que la estructura de una esponja de cocina», explica Keller.
A diferencia de una esponja, sin embargo, la gravedad atrae el material sobre estos filamentos interconectados hacia el más grande de los conglomerados de materia, «y nuestros resultados muestran que los cúmulos globulares y las galaxias satélite de la Vía Láctea trazan este filamento cósmico».
«Los cúmulos globulares son sistemas de cientos de miles de antiguas estrellas apretadas en una bola. En nuestra imagen, la mayor parte de estos cúmulos de estrellas son los núcleos centrales de las galaxias pequeñas que se han elaborado a lo largo de los filamentos por la gravedad», continua Keller. Una vez que estas pequeñas galaxias se acercaron demasiado a la Vía Láctea fueron despojadas de la mayoría de las estrellas, que se añadieron a nuestra galaxia, dejando solo sus núcleos. «Se cree que la Vía Láctea ha crecido hasta su tamaño actual por el consumo de cientos de galaxias más pequeñas durante el tiempo cósmico».

http://conspiracionenlared.wordpress.com/2011/10/05/el-hilo-cosmico-que-nos-une-revelado/