Premoniciones
Dicen ciertas areas de estudios de la mente
humana, que nosotros los humanos tenemos la capacidad de las
premoniciones, esa capacidad de intuir o tener la sensación de que algo
va a suceder. Esas veces en que estamos pensando en alguien, y al
momento suena el teléfono, con esa persona al otro lado. Otras veces
estamos bien tristes, sin saber que nos pasa, y al rato descubrimos que
una situación grave ha sucedido.
Explican que hay momentos en que esa intuición
es tan fuerte, que nos hace sentir seguros que esas cosas van a pasar.
Según los expertos, estas situaciones suceden debido a conecciones
psíquicas que logramos con la gente que nos relacionamos a diario, y con
las cuales logramos conectarnos de una manera subconciente. Dicen que
la razón de que no todos podemos sentirlas es que hay gente más
sensitiva que otras a este tipo de sensaciones, pero que esta
sensitividad es una habilidad que puede ser aumentada a través de ejercicios de meditación.
A través de la historia han habido mucho muchos profetas, siendo Nostradamus
uno de los más conocidos, que han podido predecir el futuro. El
problema con las predicciones del futuro, es que simplemente no sabemos
cuando van a ocurrir , y cuando suceden es que nos damos cuenta que
tuvimos una visión. Por esta razón es que los escépticos dicen que esas
predicciones son pura coincidencia, y que no hay manera de predecir el
futuro.
Yo he tenido muchas experiencias con esas
situaciones, a cada rato llamo a una persona que me viene a la mente, y
resulta que necesitaban hablar conmigo. Puedo sentir las “vibraciones”
de las personas, y esto me ha ayudado mucho en como bregar en muchas
situaciones. En tres ocasiones de mi vida, he tenido la experiencia
bien clara en que he escuchado una voz en mi mente que me dice que algo
va a suceder, qué debo hacer ante una situación inesperada, o que debo
de tomar una desición, la cual termina protegiéndome de un accidente.
Cuando tenía alrededor de 11 años estaba
corriendo skateboard por la acera al frente de mi casa, veo a mis perros
que están sentados en la grama, y de momento me viene a la mente que al
llegar a cierto punto de la acera, los perros iban a salir corriendo y
me iban a hacer caer. En vez de irme por otro lado, me dije a mi misma
que eso sería imposible que pasara, pero al llegar al punto que me vino a
la mente, salieron los perros corriendo , se cruzaron al frente mío, y
me dí una caída tremenda que no me rompí los brazos de milagro. Me
quedé bien asombrada, cómo era posible que yo haya podido predecir una
situación, y que sucediera exactamente como lo pensé.
Nunca le conté eso a nadie, aunque siempre se
me quedó en la mente como algo increíble que me pasó. Tampoco quería que
eso llegara a oídos de mi abuela, como sabrán, ella con sus cosas de espiritismos, andaba loca por encontrar a alguien de la familia que le siguiera los pasos.
Pasaron varios años, y en mis tiempos de
adolescente y chica sanjuanera, que no se perdía un fin de semana por
las calles de El Viejo San Juan, Puerto Rico, me volvió a suceder otra
vez.
Para aquellos tiempos era que se formaban los motines a cada rato con
las peleas de los borrachos y las gangas de muchachitos A cada rato
salía todo el mundo corriendo cuando sonaban par de tiros y llegaba la
policía. Una noche iba caminando por una de las plazas cuando de
momento se oye una gritería, y de momento viene esta manada de gente
corriendo en dirección contraria. Yo iba a empezar a correr, cuando de
momento oigo en mi mente que me quedara donde estaba parada, que la
gente me iba pasar por el lado si me quedaba quieta. En ese momento, y
por alguna razón extraña, me acordé de lo que me había pasado a los once
años, me detuve, y pensé “si me llevan por el medio, pues que remedio,
que me lleven al hospital”. Y como un acto de fe, puse las manos en el
pecho para hacerme lo mas pequeña posible, y esperé. Yo pensaba que iba a
ser atropellada por el gentío, pero la gente me pasaba por el lado sin
siquiera tocarme. Fue casi de escena de ciencia ficción. Hasta yo
misma no lo podia creer.
Después de varios años, una tarde iba guiando
en un expreso donde la velocidad maxima era de 70 mph. Iba detrás de
una carro y un camión de arrastre con doble vagón llegando a una
intersección, la cual tenía carriles individuales para virar a la
izquierda.. Estaba como a 5 pies de distancia del camión, cuando de
momento me viene a la mente que frene, que le dé espacio al camión para
que pudiera virar sin dificultad. En el momento que aprieto el freno, la
persona del carro (suspiro – *si era mujer*) que estaba al frente del
camión, no se fija que la flecha para virar, que nos daba derecho al
paso, se apaga, y que viene un carro Cadillac en dirección contraria y
que probablemente venía a 80 mph. Al no darse cuanta del cambio de luz,
se mete a la intersección sin siquiera frenar, y choca al Cadillac, que
tampoco bajó la velocidad, ya que tenía derecho al paso.
El golpe al Cadillac fue tan fuerte, que este,
empezó a girar en la carretera, y de momento entre vuelta y vuelta,
empieza a desplazarse en dirección a mi carro. Yo, que andaba en un
carro pequeño, que jamás podría competir con el tamaño y peso de un
Cadillac, no me quedó más remedio que mirar y esperar que iba pasar.
Entre pensamientos de que me iba a pasar lo
peor, y casi cerrando los ojos esperando el golpe. Veo que el Cadillac
se acerca a mi, y cuando juraba que me iba a dar, pasa a pocas
pulgadas de distancia del frente de mi carro, y le da al vagón del
camión de arrastre, rompiendo las ventanas del lado del pasajero. Yo lo
único que ví al final fue a la pobre señora del Cadillac dando tumbos da
lado a lado, y el montón de rolos de pelo que brincaron al aire después
del cantazo. Todo esto pasó tan rápido, que nunca hubiera tenido
tiempo para reaccionar y tratar de evitar ser golpeada.
Dicen que cuando uno tiene una situación en la
cual se siente cerca de la muerte, la vida le pasa a uno en la mente
como una película de video. A mí lo único que me vino fue pensar “Oh
shit, me jodí”, y después mirar cómo me pasaba el carro por el frente,
sin siquiera pensar en nadie. Después tantos golpes y vueltas, no
corrió la sangre, ni hubo ningún herido, lo más probable la persona del
Cadillac lo iba a sentir al otro día.
Depués de esto no he tenido situaciones tan precisas como estas,
pero he tenido muchas donde no sé si fue una premonición o simplemente
una coincidencia. Siempre me mantengo singuiendo mis instintos, ya que
me he dado cuenta que me han ayudado a estar viva, por lo menos hasta
ahora. Quizás un día de estos por estar siguiéndolos, me pase algo
terrible.
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