Gimnasia cerebral
Mini-Curso de Creatividad Empresarial
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Así también, si queremos ser personas de ideas, tenemos que actuar como tales. No basta con la intención, también hay que hacer los movimientos, los gestos y las acciones de una persona creativa.
Si queremos ser artistas, y realmente nos tomamos la molestia de agarrar un pincel y realizar las acciones de un artista, quizás lo logremos. No hay forma de saber hasta donde las intenciones y las acciones nos pueden llevar.
En este segundo capítulo haremos ejercicios de calentamiento cerebral y acciones que nos ayudaran a volvernos personas de ideas.
Cuota de ideas
Tenemos que darle a nuestra mente un entrenamiento diario, como los atletas. Pongámonos entonces una cuota de ideas
para ese problema que estamos tratando de resolver, o ese reto que
tenemos frente a nosotros. Una cuota diaria de ideas, algo así como
cinco ideas nuevas cada día durante una semana. Las primeras cinco ideas
van a ser las más duras de encontrar, pero después éstas detonarán
otras nuevas ideas. Entre más ideas tengamos es más probable que resulte
alguna formidable, una ganadora. Fijarnos una cuota nos obliga a exprimir nuestra mente y a generar ideas y alternativas, en vez de esperar a que éstas lleguen mágicamente. Haremos el esfuerzo de cumplir con la cuota aún con ideas que inicialmente nos parecerán ridículas o descabelladas. Por supuesto que nos podemos pasar de la cuota. De eso se trata.
Thomas A. Edison poseía 1093 patentes. Él era el principal creyente de la importancia de ejercitar su mente y la de sus trabajadores y afirmaba que sin una cuota probablemente no habrían logrado mucho. Su cuota personal era de una invención menor cada diez días y una invención importante cada seis meses.
Veamos la figura de abajo:
Sintonizarse
Los
pilotos de combate dicen "¡Tengo tono!" cuando el radar se enfoca hacia
un blanco. Es el punto en el que el avión y el objetivo están
perfectamente alineados. En la vida diaria también hay que "tener tono",
es decir poner atención a todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Ordinariamente no hacemos el uso adecuado de nuestra habilidad para ver. Nos movemos por la vida recibiendo una tremenda cantidad de información, de objetos y de escenas, y aún así, miramos pero no vemos.
¿Existe algo raro en la ilustración del comienzo del capítulo?
Si no, mire de nuevo:
Si no, mire de nuevo:
Reyes del hábito
Los
reyes del hábito siempre tienen que hacer las cosas de la misma manera,
deben tener todo en su lugar y se sienten perdidos si algo viola su
rutina. Puesto que todo en su vida está adecuadamente doblado,
etiquetado y colocado en su lugar, los reyes del hábito son muy
limitados para resolver problemas. No seamos reyes del hábito.
Deliberadamente hagamos cambios en nuestra vida diaria de esas cosas rutinarias y démosle un vuelco durante un día, o una semana.
- Tomemos una ruta diferente para el trabajo.
- Cambiemos nuestro horario de sueño.
- Escuchemos una emisora de radio diferente.
- Leamos un periódico distinto.
- Hagamos nuevos amigos.
- Intentemos recetas distintas.
- Cambiemos nuestros hábitos de recreo.
- Bebamos jugo en vez de café.
- Cambiemos la orientación de la cama, o del escritorio. etc.
Alimentar la mente
Los
pensadores creativos no hacen otra cosa que alimentar su mente con
nuevas informaciones e ideas. Como Gore Vidal decía: "El cerebro que no
es alimentado se alimenta de sí mismo." Y la mejor forma de alimentar el cerebro es mediante la lectura. He aquí algunas ideas para aprovechar la lectura.
- Seamos selectivos. Antes de leer un libro preguntemos: "¿Que tan buen ejercicio para mi mente creativa será esta lectura?"
- Tomemos notas. Capturar ideas en el papel, agregar comentarios propios, resumir conclusiones, participar activamente del libro.
- Anticipemos. Imaginemos lo que vamos a encontrar antes de leer el libro. Leamos la primera parte, paremos, e imaginemos que va a pasar después. ¿Qué mejor ejercicio para la imaginación?
- Pensemos. Pensemos mientras leemos. Busquemos soluciones diferentes. Tratemos de encontrar analogías entre lo que estamos leyendo y los problemas que estamos tratando de solucionar.
Bancos de materia gris
Coleccionemos
y guardemos las ideas como ratones de campo. Mantengamos un archivo
(una caja de galletas, un cajón del escritorio, una carpeta) lleno de
ideas o de detonadores de ideas. Coleccione de todo: Frases, diseños,
avisos, caricaturas y hasta palabras que pueden disparar ideas por
asociación. Cuando estemos cortos de ideas revolvamos el cajón y saquemos al azar dos o tres cosas para ver si de pronto ellas son capaces de detonar algún pensamiento en nosotros que pueda resultar en una idea útil. Si no, revolvamos de nuevo y volvamos a sacar.
Vagabundear
En cualquier momento que nos sintamos aburridos y atrapados por un problema, quizás nos sirva vagabundear. Vamos a un gran almacén, a un museo, una librería, un mercado de las pulgas, una feria, una juguetería. Agarremos algo al azar y empecemos a sacar relaciones en nuestra mente con el objeto y con nuestro problema. Con la mente abierta esperemos a que algo nos atrape la atención. Lo hará.
Atrapar los pensamientos
Las ideas son como los pájaros que se posan en las ramas. Los dejamos de mirar por un instante y desaparecen. Si se nos ocurre algo, ¡escribámoslo! Los psicólogos han demostrado que solamente somos capaces de mantener entre cinco y nueve piezas de información en nuestra mente a la vez. Cada rato nos pasa que miramos un número de teléfono y cuando vamos a marcarlo se nos olvida en materia de segundos. Lo que pasa es que la nueva información desplaza a la vieja rápidamente, antes de que podamos almacenarla a largo plazo.
En general la memoria inmediata puede mantener las cosas bien durante los primeros segundos. Después de unos doce segundos, sin embargo, el recuerdo es pobre, y a los veinte segundos la información desaparece completamente, a menos que nos repitamos continuamente o la escribamos. El solo hecho de escribirla le informa al cerebro que dicha pieza de información es más crucial que las demás y que tiene que ser almacenada en la memoria de largo plazo.
Pensar más allá
Trabajemos
conscientemente para hacer que nuestro modo de pensar sea cada día más
fluido y más flexible. (Fluidez, quiere decir en el número de ideas;
Flexibilidad, se refiere a la creatividad). Hacer listas es una fórmula
poderosa de ejercitar la fluidez mental y nos fuerza a enfocar nuestra
energía de manera productiva. Para ilustrar esto pensemos un momento en
los posibles usos del aceite lubricante casero. Al principio fácilmente
encontramos algunas ideas, pero seguramente tendremos problemas para
encontrar usos adicionales, censuraremos algunas de las cosas que se nos
ocurren y llegaremos solamente a los usos más obvios. Ahora tomemos papel y lápiz y hagamos una lista de todo lo que se nos ocurra. Incluso pongamos un límite de tiempo y veremos como nos volvemos más productivos. Pero la fluidez no es suficiente. También hay que ser flexibles.
Si nuestra lista incluye algunos usos como: "lubricación inmediata, aflojar cosas oxidadas, lubricar cadenas de bicicleta", etcétera, hemos demostrado fluidez, pero solo nos hemos ido por lo ordinario. Seremos flexibles si nuestra lista incluye cosas inusuales como:
- Destapar cañerías atascadas
- Prevenir el deterioro de las cuerdas de instrumentos musicales.
- Señuelo de trampas de ratones
- Almacenar piezas metálicas en frascos
La flexibilidad en el pensamiento implica mirar
más allá de lo ordinario y convencional.
Un ejercicio interesante que podemos hacer con los amigos es el siguiente: más allá de lo ordinario y convencional.
Dada una palabra (de cuatro o más letras), cada jugador debe hacer el mayor número de frases usando palabras que comiencen con cada una de las letras.
Ejemplo:
Individuos Deficientes Esperan Ayuda
Imposible Determinar Exitos Anticipadamente
Incluir Dudas Empantana Alcances
Inmediatamente Dejar Esperas Atrás.
Bitácora de ideas
Mantengamos una bitácora de ideas. Cada sección puede estar reservada a un aspecto diferente de nuestros negocios o de nuestra vida. Entre las secciones podríamos incluir: mercadeo, productos, ventas, estrategia corporativa, personal, servicios, proyectos especiales, nuevas posibilidades de negocios,... Existen muchos planificadores personales en el mercado, pero quizás sea más divertido si diseñamos nuestro propio sistema de registro. Experimentemos con diferentes métodos de captura de ideas antes de decidir cuál va a ser el nuestro.
Una revisión periódica de nuestra Bitácora de Ideas es la mejor forma de estimular nuestra imaginación.
Cada vez que la revisemos encontraremos conexiones entre las ideas registradas y nuestra situación o problemas actuales.
En resumen...
Estas son algunas de las formas de entrenar la mente para buscar ideas: 1- Impóngase una Cuota de Ideas.
2- Sintonícese.
3- No sea un Rey del Hábito.
4- Alimente la Mente.
5- Cree un Banco de Materia Gris.
6- Deje Vagabundear la Imaginación.
7- Atrape sus Pensamientos.
8- Piense Más Allá.
9- Mantenga una Bitácora de Ideas.
Entrenar la mente es como hacer un camino en el pasto. Originalmente no hay camino, pero pasando una y otra vez por el mismo lugar, un camino aparece. De la misma forma es posible que al principio no tengamos ideas, pero si continuamos ejercitando nuestra mente usando estas sugerencias, las ideas llegarán.
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