Jacobo Grinberg Zylberbaum, lúcido investigador
mexicano, desapareció misteriosamente en 1994; su genial obra promueve la
reconstrucción de los paradigmas que rigen la relación entre mente y materia,
entre ciencia y conciencia.
Jacobo Grinberg, el genial
científico
Jacobo Grinberg Zylberbaum, uno de los más
lúcidos e intrépidos científicos mexicanos, desapareció misteriosamente en 1994.
Como legado dejó, además de su ejemplar actitud ante el estudio científico de la
conciencia y múltiples fenómenos “etéreos”, la fundación del Instituto Nacional
para el Estudio de la Conciencia y más de cincuenta libros, así como
innumerables estudios e investigaciones. Grinberg egresó de la Facultad de
Ciencias de la UNAM, donde cursó la carrera de Psicología, y entre otros
estudios de posgrado obtuvo un doctorado en el New York Medical
College, durante el cual se dedicó principalmente a llevar un registro
electrofisiológico del cerebro humano expuesto a estímulos geométricos. Se dice
que a los 12 años Grinberg decidió estudiar la mente humana a raíz de que su
madre falleciera de un derrame cerebral. A partir de entonces comenzaría una
admirable trayectoria que lo llevaría a confrontar la mente, a través del
minucioso estudio, hasta consagrar una comunión con ella y entender que a fin de
cuentas esta representaba el pulso catalizador por medio del cual el ser humano
construye lo que conocemos como realidad.
Una de las etapas más populares de la carrera
profesional de Grinberg fue el trabajo realizado junto con la legendaria
curandera mexicana Pachita, con quien trabajó, desde una perspectiva científica,
en la evaluación metodológica de las manifestaciones de conciencia en el ser
humano. A partir de estas experiencias escribió el más popular de sus libros,
Pachita, Milagro Mexicano. En la introducción de esta obra, Grinberg
justificó así su publicación que para muchos puso en riesgo su prestigio
científico y, sin embargo, terminó por ser una pieza fundamental para que la
ciencia se permitiese relajar sus viejos tabúes y disponerse a estudiar aquellas
facetas de la “realidad” que permanecían a la sombra de la mirada de los
científicos.
En la introducción, decíamos, escribió: “Hace
años tuve la suerte de conocer a Pachita; recibir sus enseñanzas, compartir su
trabajo y acompañarla en sus exploraciones. Esa mujer extraordinaria modificó mi
percepción de la realidad y me puso en contacto directo con un mundo lleno de
magia y poder. Fui testigo de una serie de acontecimientos asombrosos y me
obligué a escribir acerca de ellos con la mayor exactitud posible. Este libro es
el resultado de ese trabajo. Describo lo que vi tal como sucedió, sin
modificaciones y con toda veracidad. Pachita era capaz de realizar verdaderos
milagros modificando el espacio-tiempo y la materia, al grado de poder
materializar objetos, realizar trasplantes de órganos, diagnosticar enfermedades
y curar a los enfermos que por cientos acudían a pedirle ayuda”.
A partir de su trabajo con Pachita, que culminó
en 1988, Grinberg desdoblaría su experiencia con la curandera mexicana para
construir una de sus teorías más representativas, la Teoría Sintérgica.
Posteriormente profundizó en el estudio de las frecuencias energéticas que
manifiesta el ser humano durante estados meditativos, las cuales son medibles —y
por lo tanto comprobables . Su vanguardista manera de abordar científicamente
diversos aspectos de los mundos metafísicos a los que está expuesto el ser
humano atrajo el interés de agencias militares de Estados Unidos, mismas que en
repetidas ocasiones intentaron hacerse de los servicios de Grinberg, recibiendo
invariablemente una negativa por parte del investigador.
La Teoría Sintérgica y la
Dermoóptica
Entre algunos de los estudios que encabezó Jacobo
Grinberg, ya fuese dentro del Instituto Nacional Para el Estudio de la
Conciencia, fundado por él mismo al interior de la UNAM, o de manera
independiente, se encontraban intrigantes temáticas en torno a la relación de la
mente con la materia. Desde ortodoxos análisis y evaluaciones prácticas de las
aptitudes paranormales de brujos, yoghis y chamanes, hasta la posibilidad de
entrenar a niños propensos al desarrollo de herramientas cognitivas calificadas
como “extra-sensoriales”. Otro de los temas que más tiempo de trabajo le ocupó a
Grinberg fue la telepatía, entendiendo este fenómeno como la transmisión precisa
de información entre dos cerebros separados en el tiempo y/o el espacio.
Como resultado de estas investigaciones Grinberg
acuñó novedosas teorías. Su Teoría Sintérgica, la cual se refiere a una especie
de matriz holográfica, llamada lattice, que todo lo abarca (y la cual
recuerda a los campos morfogenéticos propuestos por Sheldrake o al concepto de
“orden implicado” acuñado por David Bohm). Al interior de este campo
informacional nada está separado, es una especie de éter híperinformativo a
partir del cual nuestro cerebro debe decodificar hebras de conocimiento a través
de distintas aptitudes cognitivas. Y el resultado de este proceso es lo que cada
uno de nosotros concebimos como la “realidad”: «La realidad es percibida como
resultado de una decodificación que lleva a cabo nuestro cerebro a partir de una
estructura pre-espacial, y como tal involucra la interpretación realizada por el
aparato de nuestra mente-cerebro», afirmaba Grinberg. Además, de acuerdo con el
científico mexicano, esta matriz representaba algo así como una proyección
holográfica del Aleph de Borges, por lo que en todos sus puntos convergía la
información completa del Cosmos, y aquel que fuese capaz de entrenarse con las
habilidades necesarias para entablar una interacción conciente con esta matriz,
podría acceder a un estado permanente de iluminación “informativa”.
“El descubrimiento reciente acerca de la relación
entre la actividad cerebral y la fuerza gravitacional… y la demostración
experimental de la existencia de una comunicación directa entre seres humanos
correlativa con un incremento de la coherencia cerebral forma parte del cuerpo
de evidencias experimentales que… apoyan lo que comenzó siendo pura- mente
hipotético, esto es, la existencia del campo neuronal y la conceptuación del
mismo como campo unificado…. postulo que la experiencia es la interacción del
campo neuronal con la estructura energética del espacio. A ésta última la
bautizo con el término de sintergia y postulo una similitud entre la
organización sin- térgica del espacio y la organización cerebral. El campo
neuronal afecta y altera la organización sintérgica, y en cierto nivel de
funcionamiento es uno con ella, de tal forma que el producto de la actividad
cerebral se confunde con el resto de la creación. Quien se siente unido al todo
en sus múltiples manifestaciones, sabe que su cuerpo las contiene en tal forma
que en su percepción del mun- do no existe lo interno y lo externo como dos
reinos independientes pero interconectados, ni tampoco el observador u lo
observado como dos realidades separadas y dicotomizadas; mas bien, una es la
realidad y ésta no admite separaciones.” señaló Grinberg en el segundo libro de
la serie Psicofisiología de la Conciencia, “El Cerebro Consciente” (1979a –
p.5)
Otra teoría especialmente interesante, entre las
logradas por Grinberg, es la que se refiere a la visión dermoóptica, una
habilidad “extrasensorial” que el científico estuvo trabajando con niños
mexicanos (particularmente en la ciudad de Toluca). La dermoóptica “consiste en
hacer una lectura sin necesidad de tocar absolutamente nada, solamente con las
variaciones dermográficas, con los sensores que tenemos en los pulpejos de los
dedos […]. Los niños situaban su mente en el cerebro de otro ser y leían como
quien arrastra un disco duro a su ordenador”, dice al respecto el doctor español
Fernando Rivera, quien presentó una ponencia en tributo a Grinberg. Básicamente
se refiere a la aptitud de percibir imágenes o textos a través de la piel. La
percepción dermoóptica funciona a través de la captación de los rayos
infrarrojos por medio de los receptores cutáneos, los cuales a su vez estimulan
los símbolos visuales que están almacenados en los centros nerviosos. El primer
sentido que desarrolló el ser humano es precisamente el tacto, y aparentemente
en un principio el tacto cumplía algunas de las funciones que actualmente cubren
el resto de los sentidos, los cuales eventualmente surgieron respondiendo a
necesidades evolutivas. Grinberg tenía pensado extender los estudios que
realizaba en torno a la dermoóptica con niños mexicanos al Tíbet, en donde
realizaría algunos talleres con niños de esa región.
Jacobo Grinberg, el
desaparecido
Fue en diciembre de 1994 cuando Grinberg,
misteriosamente, desapareció. Contrario a sus costumbres, el investigador no
acudió a citas que tenía con sus alumnos y dos días antes de emprender un
esperado viaje a Nepal (programado para el 14 de ese mes), incluso no llegó a su
fiesta de cumpleaños. Su esposa Teresa lo excusó informando que había tenido que
asistir inesperadamente a una reunión en Campeche, algo que no dejó de extrañar
a los invitados pero aun así encajaba más o menos con la enigmática personalidad
de Grinberg. Las sospechas comenzaron cuando su mujer llamó a uno de sus alumnos
para encargarle el laboratorio, precisamente el tipo de mensajes o tareas que
Grinberg jamás delegaría.
Cuando Grinberg no regresó del Tíbet en la fecha
planeada, aquellos que lo esperaban asumieron que habría extendido su estancia
en los lejanos Himalayas. Sin embargo, cuando el retraso pasó de semanas a
meses, personas cercanas al investigador comenzaron a preocuparse. Se hicieron
llamadas a Nepal, a la embajada de la India, e incluso a una tía suya que vivía
en Israel y a quien posiblemente pasaría a visitar en su camino hacia Nepal. Las
pesquisas fueron inútiles, no existía siquiera registro de que Grinberg o su
esposa hubiesen dejado México. En Mayo de 1995 la familia y amigos, tras alertar
a la policía e incluso contratar a investigadores privados, parecieron confirmar
que la misteriosa desaparición de Grinberg era ya un hecho consumado.
El año de 1994 había sido uno especialmente
turbulento en México. Comenzó con el levantamiento armado de un grupo de
disidentes denominado el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y continuó
con una aplastante devaluación de la moneda nacional, así como con el asesinato
del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio y otras figuras importantes del
PRI.
Sin embargo, para Grinberg el 94 había sido un
buen periodo. Uno de sus estudios más importantes durante esta etapa consistió
en registrar las ondas cerebrales de un chamán originario de Veracruz (entidad
costera de México) en estado de trance. Sus hallazgos fueron presentados con
gran éxito en un congreso internacional de neurociencias celebrado en Alemania.
La dedicación y los buenos resultados que habían obtenido sus investigaciones le
valieron recursos adicionales para continuar con nuevos estudios y, por si fuera
poco, recién le anunciaban que su libro sobre Pachita sería traducido al inglés
por una importante editorial.
Sobre la desaparición de Grinberg poco dijeron
los medios tradicionales. Al parecer las innumerables variables incluidas en el
contexto no fueron suficientes para que le diesen a este suceso la importancia
que merecía: un vanguardista científico dedicado a la investigación de asuntos
que radicaban en los límites racionales de la ciencia espontáneamente
desaparecido, sin más explicación. En cambio, un nutrido grupo de
conspiracionistas, algunos evidentemente paranoicos, otros más perspicaces, así
como genuinos admiradores de su trabajo que se sintieron profundamente
impactados por este hecho, han generado y difundido múltiples teorías que buscan
explicarlo.
El peculiar escenario que envolvió a la
desaparición de Grinberg, que por lo menos puede considerarse como bastante
misteriosa, detonó una gran variedad de especulaciones, algunas radicalmente
excéntricas aunque no por ello descartables, otras lúgubres y algunas más
orientadas a una causa predominantemente luminosa. Vale la pena destacar la poca
y confusa información que existe al respecto, razón por la cual las teorías que
se presentan a continuación no son más que una simple recopilación de
especulaciones y rumores que se encuentras discretamente esparcidos a lo largo
de la red. Y en verdad resulta difícil saber cuáles de ellas contienen algo de
verdad (tal vez todas), o cuáles son simplemente destellos de paranoia o de
desinformación estratégicamente difundida.
A continuación mencionaremos algunas de estas
teorías:
- Su esposa Teresa
Uno de los personajes que más enrareció la
desaparición de Grinberg fue su esposa Teresa. No solo debió ser ella la última
persona en verlo, sino que se tiene registro de que incurrió en extrañas
explicaciones y mentiras para encubrir la ausencia de su marido a lo largo de
diciembre, siendo el 8 de ese mes el último día en que él tuvo contacto con
alguien. Por un lado justificó la ausencia del científico ante su madrastra
diciendo que había ido a Campeche. Días antes, el 9 de diciembre, había canjeado
un cheque de $1000 dólares y pidió al cuidador de la casa de campo —situada en
el estado de Morelos, al sur de la capital mexicana— que no se presentara, pues
Grinberg había ido a Guadalajara.
El 24 de diciembre Teresa, quien supuestamente
habría de acompañar a Grinberg a Nepal, apareció en la casa de Morelos
acompañada de otra mujer, y tras recoger utensilios de cocina, ropa y a su
perro, se marchó. Cinco días después informó al casero a quien rentaban un
departamento en la Ciudad de México que dejaría el inmueble, decisión que
sorprendió a su arrendador, pues el contrato vencía hasta marzo. Durante los
cinco meses siguientes nadie supo del paradero de Teresa y no fue hasta mayo de
1995 que apareció en casa de una tía que vivía al sur de Tijuana. Ahí pasó dos
semanas y luego también desapareció. Pasado un tiempo, su familia se enteró que
Teresa estaba casada con Jacobo Grinberg, relación que ella jamás había
anunciado en sus parientes más cercanos.
Las múltiples incongruencias y el extraño
comportamiento de Teresa han provocado que sea señalada como responsable
directa, o al menos como cómplice, de la desaparición del investigador. Pero por
otro lado hay rumores señalando que la Policía Judicial del estado de Morelos
encontró dos cadáveres que supuestamente correspondían a Teresa y a Jacobo, en
estado de descomposición, pero que habían recibido dinero para ocultar el
hallazgo.
“[...] no tengo un cuerpo, no tengo sangre, no
tengo un rastro. No sé. De ahí realmente es una cuestión de qué quieras creer.
La evidencia muestra que la esposa está prófuga… que podría estar en los Estados
Unidos. Supongo que hay algo ilícito en todo esto y que ella sabe algo al
respecto. Si está muerto, vivo o secuestrado es otra cuestión”, afirma el
comandante Padilla, quien estuvo a cargo de la investigación sobre la
desaparición de Grinberg.
* Declaración incluida en el ampliamente
difundido artículo de Sam Quiñones titulado “Buscando al Doctor Grinberg” (New
Age Journal, 1997).
- Rapto / Asesinato
Esta es sin duda la más trágica y estrafalaria de
la vertientes que agrupan teorías en torno a la desaparición de Grinberg. Es
aquí donde emerge un inusual desfile de probables responsables sobre el súbito
desvanecimiento del investigador mexicano.
- Agencias de Inteligencia /
Gobierno
Una de las líneas de investigación o especulación
señala la probable intervención de agencias de inteligencia estadounidenses
(CIA-FBI) que, tras la negativa de Grinberg para colaborar voluntariamente con
ellas, pudiesen haber optado por el rapto. Esto pudiese haber sucedido con la
anuencia del gobierno mexicano. En esta caso la intención habría sido hacerse de
la experiencia y la información que el investigador acumuó a lo largo de sus
innumerables estudios para aprovecharla en beneficio de las agendas que
caracterizan a estos organismos: la manipulación social y las psicotecnologías
orientadas a fines bélicos. De hecho hay quien especifica que fue secuestrado
para colaborar a la fuerza en un proyecto que involucraba la creación de misiles
psíquicamente dirigidos.
- Extraterrestres
Existen supuestos testimonios que afirman que el
7 de diciembre de 1994, el último día en que Grinberg fue visto, el investigador
mexicano y su esposa fueron interceptados, cuando se dirigían de su casa hacia
el laboratorio en la UNAM, por dos vehículos de los cuales bajaron varios
hombres de raza caucásica y en pocos instantes sometieron y raptaron a la
pareja. Evidentemente esto contradice la información que se tiene sobre el hecho
de que Teresa fue vista en más de una ocasión después de 7 de diciembre y que
jamás mencionó nada al respecto.
Estos hombres pudieran ser agentes
estadounidenses, pero al mismo tiempo dan pauta para la siguiente teoría: la
abducción (recordemos que en muchos casos la descripción de un grupo de hombres
altos y con facciones radicalmente caucásicas se liga a la presencia de
extraterrestres). Sin duda esta versión puede parecer aún más extravagante, pero
tampoco puede ser descartada ipso facto. Es importante considerar que
la información teórica y práctica que poseía Grinberg era codiciada por más de
un grupo, tal vez incluso, por qué no, por seres de otro planeta.
- Carlos Castaneda
También hay quienes han señalado las supuestas
discordias que existían entre Grinberg y el antropólogo/brujo Carlos Castaneda,
y su camarilla. De acuerdo con ellos, Castaneda tuvo algo que ver con la
desaparición del científico mexicano, al punto que incluso podría haberlo
mandado a matar o lo habría mantenido cautivo en una comunidad que Castaneda
instaló en Los Ángeles. Evidentemente no hay pruebas de esto, pero es otro de
los rumores que circulan.
A este respecto, en el artículo antes mencionado
de Sam Quiñones se narra lo siguiente:
«Otra idea que Padilla ha considerado involucra a
Carlos Castaneda. La relación entre Grinberg y Castaneda era complicada, una
mezcla turbulenta de mentes inquietas y egos poderosos. Una vez Grinberg
escribió de su admiración por el autor reclusivo, diciendo que Castaneda había
influenciado su manera de pensar acerca del chamanismo. En 1991, Grinberg, su
esposa y Tony Karam (polémico fundador del centro budista Casa Tíbet en México),
visitaron a Castaneda a invitación del último en Los Angeles. Ahí, dice Karam,
Castaneda propuso que Grinberg dejara su laboratorio en la UNAM para irse a
vivir a su comunidad. Grinberg declinó. Su relación se desintegró durante un
viaje que Castaneda hizo a México dos años después. Los amigos y la familia de
Grinberg lo recuerdan llamando frecuentemente a Castaneda ególatra, más
interesado en el poder que en la verdad. También recuerdan que Tere (la esposa
de Grinberg) se quedó enamorada de Castaneda y su grupo. Los alumnos la
recuerdan hablando de su amistad con Florinda Donner, una socia de
Castaneda.
“Es una línea de investigación”, dice Karam,
quien hasta hace poco tenía lazos cercanos con el grupo de Castaneda. “Es un
mundo muy extraño. La gente que se mete en ese grupo tiende a cortar lazos con
el resto del mundo. Nadie vuelve a saber de ellos nunca más. De todas maneras,
he hablado de esto con ellos muchas veces, y me han dicho repetidamente que no
saben nada al respecto. También parecen estar muy tristes al respecto. Padilla
dice que no tiene evidencia de que Grinberg o su esposa estén con Castaneda: a
través de un portavoz en la ciudad de México, Castaneda ha declinado hacer
comentarios».
Por cierto, supuestamente Grinberg alguna vez
confió a Castaneda que estaba realizando una “recapitulación”, es decir, un
ejercicio chamánico que consiste en repasar íntegramente todos los momentos de
tu vida hasta el presente, para purificar la psique del aquí-ahora, a partir de
la cual escribía un libro autobiográfico. Sin embargo, esa obra jamás salió a la
luz.
- Iluminación / Auto exilio
espiritual
La tercera vertiente de “teorías” gira en torno a
una probable “iluminación” o a una especie de exilio espiritual voluntario al
cual Grinberg decidió replegarse tras alcanzar algunas verdades trascendentales,
algo así como un epifánico procesamiento de información cósmica que o bien envió
su cuerpo a otra dimensión, o le invitó a cortar tajantemente los lazos que
mantenía con esta “realidad” psicosocial.
De hecho Grinberg, en El Prototipo, hace
referencia directa a esta transición que parecería algo común entre los hombres
que han acuñado un cierto grado de conciencia:
«[...] a partir de su paso al “otro mundo”. No
moriría como el resto de los hombres sino que atravesaría la frontera entre los
mundos consciente y voluntariamente. Su cuerpo desaparecería sin dejar rastro
alguno».
También hay quienes sugieren que Grinberg fue
requerido como un “hombre de espíritu” por la tradición tolteca, y que ante el
inapelable llamado de Cuauthémoc, el antiguo emperador mexica, el investigador
no dudo en desprenderse de todo lo que le ligaba a su identidad para volcarse en
cuerpo y alma a fungir como un guardian de recintos energéticos distribuidos
acupuntúricamente alrededor de Mé-xi-co.
Para concluir este repaso catártico a través de
la vida, obra y desaparición de Grinberg, el cual visiblemente siembra mucho más
interrogantes de las que responde (recordemos que la evolución humana está mucho
más relacionada a preguntas que a respuestas), solo se puede afirmar que el
legado informativo de este investigador, tras su paso en este plano, constituye
un acervo de invaluable valor. Además, por lo avanzado de las premisas que se
aventuró a dilucidar, la información proyectada en su obra irá adquiriendo cada
vez mayor vigencia. Y esta dinámica presuntamente no cesará hasta que hayamos
logrado, colectivamente, consolidar desarrollo y purificación de la conciencia
compartida. Jacobo Grinberg dedicó su vida al estudio científico, y por lo tanto
experiencial, de la conciencia. Queda en todos nosotros aprovechar las
herramientas que su trabajo nos confía y honrar así los esfuerzos de un hombre
que no temió invitarnos a los límites del pensamiento establecido, con el único
fin, quiero pensar, de obsequiarnos un preciado regalo: la libertad.