EL HUEVO DE LA SERPIENTE
CUANDO LAS COINCIDENCIAS SON EXAGERADAS...¿CÓMO HAY QUE LLAMARLAS?
LA CAMPANA NAZI
LA CONEXIÓN TESLA
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los aliados confiscaron todos los archivos nazis ( entre los cuales, obviamente faltaban los esenciales, convenientemente destruídos u ocultados previamente a la caída ), no sólo los gubernamentales y estatales, sinó también los empresariales, privados y personales.
Sólo el material capturado por los norteamericanos apilado en cajas, ocupaba más de 12 kilómetros de estanterías.
Aún tratándose de archivos "Clase B", fueron suficientes para poner al descubierto las profundas relaciones del III Reich con el ocultismo y la magia y cómo entrelazaron el esoterismo con las manifestaciones tecnológicas, llegando a una comunión y desarrollo en ambos campos que a toda costa trató de minimizarse ante la opinión pública.
La muy significativa y espontánea declaración de los aliados al entrar en Berlín y lograr tener acceso a la tecnología nazi ( o al menos a aquélla que los jerarcas del III Reich juzgaron inncesario destruír ) fue que se había ganado la guerra "justo a tiempo".
Lo cierto es que, por increíble que parezca, el nazismo trascendió lo político y militar, adquiriendo dimensiones mitológicas que incluyeron la emulación de ancestrales sociedades secretas, la búsqueda del santo grial, la investigación minuciosa y obsesiva de enclaves mágicos dejados por civilizaciones ancestrales y los intentos de comunicación con supuestos gigantescos antepasados nó humanos.
En realidad, se trató de la potenciación a través del poder político y económico de un gobierno, de una búsqueda que – en la dirección correcta pero por las razones equivocadas, maceradas en el caldo venenoso del racismo – habían iniciado grupos eruditos esotéricos austríacos y alemanes hacia finales del siglo XIX e inicios del XX , desarrollando un fuerte sustrato cultural que se unió al nazismo cuando éste accedió al poder ( incluso es posible que fueran quienes fundaran el partido nazi/NSDAP ), originando una de las mixturas más extrañas, efectivas y explosivas que se registran en la historia conocida.
Fue el caso de Hermann Wirth, primer presidente de la Ahnenerbe, Sociedad Herencia Ancestral, fascinado por el estudio de la Atlántida y de las pinturas rupestres ancestrales, como Yrjo Von Grönhagen lo estaba por las religiones paganas del norte de Europa o Walter Wüst por los persas y el orientalismo o Heinrich Himmler por la cultura megalítica. Sería precisamente La Orden Negra ( de la cual Himmler era líder ) la que se abocaría a la búsqueda del Santo Grial y los principios remotos de la raza aria, mientras la Sociedad Ahnenerbe organizaría expediciones no exclusivamente arqueológicas sinó tecnico-científicas al norte y este de Europa ( incluída Externsteine, en la propia Alemania ), al Mediterráneo, África, Asia y Sudamérica ( en este último caso, el centro megalítico elegido sería Tiahuanaco y el artífice de la elección el estudioso alemán Edmund Kiss, personaje enrolado en la Orden Negra de Himmler ). Estas búsquedas obsesivas se basaban en la creencia casi religiosa de que la Atlántida había constituído el paraíso biológico de la superioridad física aria en su manifestación más perfecta, y que luego de su destrucción, en las montañas más altas del mundo podrían haberse refugiado los sobrevivientes de esa raza primigenia, y en un peculiar sincretismo con el mito budista de la ciudad sagrada de Shambala, suponían que esos arios primigenios habían creado reinos subterráneos en los que seguirían conservando los secretos más antiguos de su raza, creencia que era ( y es ) avalada por muchas otras figuras científicas, teosóficas, filosóficas y políticas eminentes, pero sin teñirlas de un sentido racista. El esoterismo nazi, alimentado por la teosofía creada por la espiritista rusa Helena Petrovna Blavatsky (1831- 1891) más conocida como madame Blavatsky y sus ecos aruisóficos austríacos, Guido List (1848-1919) y Adolf Lanz (1874-1954), creía en la existencia de siete ciclos históricos desde la creación del Universo ( nuestro mundo se desarrollaba en el cuarto, que culminaría cuando en el quinto ciclo se perpetrara el predominio de la raza aria, superior a las anteriores, que restauraría una edad de predominio espiritual ) e identificaba siete razas madre. Afirmaba la existencia de una sociedad germánica superior, pagana y aria racialmente pura, en una edad mítica prehistórica.
Fue el caso de Hermann Wirth, primer presidente de la Ahnenerbe, Sociedad Herencia Ancestral, fascinado por el estudio de la Atlántida y de las pinturas rupestres ancestrales, como Yrjo Von Grönhagen lo estaba por las religiones paganas del norte de Europa o Walter Wüst por los persas y el orientalismo o Heinrich Himmler por la cultura megalítica. Sería precisamente La Orden Negra ( de la cual Himmler era líder ) la que se abocaría a la búsqueda del Santo Grial y los principios remotos de la raza aria, mientras la Sociedad Ahnenerbe organizaría expediciones no exclusivamente arqueológicas sinó tecnico-científicas al norte y este de Europa ( incluída Externsteine, en la propia Alemania ), al Mediterráneo, África, Asia y Sudamérica ( en este último caso, el centro megalítico elegido sería Tiahuanaco y el artífice de la elección el estudioso alemán Edmund Kiss, personaje enrolado en la Orden Negra de Himmler ). Estas búsquedas obsesivas se basaban en la creencia casi religiosa de que la Atlántida había constituído el paraíso biológico de la superioridad física aria en su manifestación más perfecta, y que luego de su destrucción, en las montañas más altas del mundo podrían haberse refugiado los sobrevivientes de esa raza primigenia, y en un peculiar sincretismo con el mito budista de la ciudad sagrada de Shambala, suponían que esos arios primigenios habían creado reinos subterráneos en los que seguirían conservando los secretos más antiguos de su raza, creencia que era ( y es ) avalada por muchas otras figuras científicas, teosóficas, filosóficas y políticas eminentes, pero sin teñirlas de un sentido racista. El esoterismo nazi, alimentado por la teosofía creada por la espiritista rusa Helena Petrovna Blavatsky (1831- 1891) más conocida como madame Blavatsky y sus ecos aruisóficos austríacos, Guido List (1848-1919) y Adolf Lanz (1874-1954), creía en la existencia de siete ciclos históricos desde la creación del Universo ( nuestro mundo se desarrollaba en el cuarto, que culminaría cuando en el quinto ciclo se perpetrara el predominio de la raza aria, superior a las anteriores, que restauraría una edad de predominio espiritual ) e identificaba siete razas madre. Afirmaba la existencia de una sociedad germánica superior, pagana y aria racialmente pura, en una edad mítica prehistórica.
También adhería a la mitología wagneriana y a la Cosmogonía Glacial, una controvertida teoría del ingeniero y astrónomo aficionado Hans Hörbiger que sostenía que la materia prima del Universo era el hielo y todo lo que acontecía en él era la consecuencia de una lucha de éste con el fuego.
Decía que en un momento dado estos dos elementos antagónicos chocaron produciéndose una brutal explosión que originó los planetas cubiréndose de hielo todos los cuerpos celestes a excepción de la Tierra, que no lo estaba en su totalidad
( y que por lo tanto representaría el último bastión planetario del fuego ) poniendo en juego como ninguna otra hipótesis hasta el momento el principio de contradicción y lucha de fuerzas contrarias del cual se alimenta el alma del hombre desde hace milenios.
Su audaz teoría ( ni más ni menos absurda que la que actualmente enarbolan los encorsetados científicos ortodoxos llamada “big-bang” ) se completaba apuntando que los cuerpos celestes poderosos atrapaban con su fuerza gravitacional lunas pequeñas en órbitas decrecientes que terminaban impactando contra los planetas,
provocando inundaciones, terremotos y erupciones volcánicas. En el caso de La Tierra, nuestra Luna actual sería la cuarta y las tres anteriores en su colisión habrían sido las responsables de los cambios climatológicos de la antigüedad,
la extinción de los dinosaurios y finalmente, hace once mil años, de la destrucción de la Atlantida, cuyos sobrevivientes se habrían refugiado en cinco centros energéticos: Nueva Guinea, México, Tibet, Abisinia y Bolivia ( Tiahuanaco ).
Hörbiger no abrigaba esperanza alguna para la raza humana, ya que creía que el mundo sufriría una nueva hecatombe, esta vez definitiva, en la cual su corteza estallaría, el hielo lo dominaría y acabaría estrellándose contra el sol.
Pero el eslabón decisivo entre este mundo ocultista y el nazismo lo constituyó la Sociedad Thule, impulsada entre 1917 y 1918 por quien se hacía llamar Rudolf von Sebottendorff (1875-1945),
para difundir tesis ariosóficas y actuar políticamente. Algunos de sus miembros iban a ser luego figuras nazis relevantes, como Rudolf Hess , Alfred Kosenberg, Dietrich Eckart o Gottfried Feder.
Un ejemplo interesante para analizar cómo funcionaba el mecanismo esotérico nazi es el de su simbología. Veamos:
LAS RUNAS
En el siglo XVIII el gramático Egenolff había publicado un trabajo en el cual sostenía que la gramática alemana era un derivado celta y que la escritura de los antiguos germanos provenía de las runas.
La idea fue tomada por el ariosofista Guido von List publicando en 1907 “El secreto de las runas”, explicando que existía una continuidad entre las runas celtas y las usadas simbolicamente por los alemanes de la edad Media.
El líder de la SS, Heinrich Himmler, recogió el guante e impulsó el estudio de las runas y sus significados porque consideró que tenían un caracter mágico, incorporando la runa SIG
( que significa “sol victorioso” y puesta doble, “redención luego de la victoria” ) para identificar a las SS, sembrando el castillo-templo de Wevelsburg de simbología rúnica, otorgando a los altos mandos "la Totenkopfring", y empleando las runas TYR para señalar las tumbas de los Waffen SS caídos en acción por su significado de eternidad.
LA CRUZ ESVÁSTICA
El nazismo aparentemente tomó el símbolo de la mítica Sociedad de Thule, aunque Hitler ya lo conocía desde joven, dado que en la Abadía benedictina de Lanbach, donde el futuro fürher experimentó "la fervorosa vocación del sacerdocio" paredes y pisos se encontraban tapizados por cruces gamadas.
Por otra parte, en los círculos herméticos existe un símbolo estéticamente igual llamado gammádion que define los cinco elementos, y el lugar de nacimiento de Hitler era considerado “un hervidero de brujos”, lo cual aumenta sus posibilidades de antigüos contactos con la esvástica.
El orígen de la esvástica es totalmente desconocido y antiquísimo, pero se la ha encontrado diseminada por todo el planeta reconocida como símbolo sagrado y místico de infinidad de religiones, con la función de repeler los malos espíritus y atraer la buena suerte y el bienestar, una síntesis gráfica de la Fuerza Vital y primigenia del Universo y símbolo del origen y la evolución cíclica de la Vida.
Esta cruz era plenamente conocida en los tiempos modernos previos al surgimiento del nazismo: en la China pre-comunista se utilizaba como el equivalente a la cruz roja occidental, el ejército norteamericano la utilizó como símbolo de su 45ª División durante la 1ra.guerra mundial,
al igual que los carros blindados del ejército inglés o las aeronaves de la fuerza aérea francesa. En Rusia el billete de 250 rublos de aquella época tenía grabada la esvástica sostenida por un águila bicéfala, mientras en la propia Alemania, mucho antes de Hitler, era utilizada como símbolo de la Federación Alemana de Gimnasia.
EL SOL NEGRO
Los nazis pretendían crear una orden guerrera de Caballeros, intentando emular la Orden Templaria y al mismo tiempo la Corte del Rey Arturo en un castillo Iniciático, donde los elegidos, los SS, la elite racial, fuera iniciada en los secretos del misticismo ario y la sabiduría ancestral de los antiguos germanos y sabios esotéricos.
En el suelo de la sala del castillo principal de la La Orden Negra de los SS, presidía las reuniones otro símbolo: el "Sol negro","Schwarze Sonne”, que pretendía representar un sol de 12 rayos que se encontraría en el interior de la Tierra, tal y como sugiere la teoría de la Tierra hueca.
Se le llamaba "negro" no porque no emitiera luz, sino por su contraposición al Sol exterior, alrededor del cual giran los planetas.
EL FUEGO DE LA INTUICIÓN CONTRA EL HIELO DEL RACIONALISMO
Los nazis, para contraponerse al racionalismo judío de Freud y Einstein, sobrevaloraban las teorías “intuitivas” nacidas “de la pura inspiración”y de la intuición fulgurante.
En una oportunidad, se consultó a Hitler para que dirima cuál de dos teorías científicas tenía razón ( ya que eran contradictorias entre sí ), a lo cual el líder nazi contestó: “no necesitamos en absoluto una concepción coherente del mundo.Las dos pueden tener razón”.
Hitler conocía las tesis ariosóficas a través de la revista Ostara, que editaba Jörg Lanz, e incluso en 1909 lo conoció al dirigirse a su domicilio para adquirir números atrasados.
Luego de la primera guerra mundial, Hitler permaneció en el Departamento de Información del Ejército y tuvo como misión vigilar y evitar la infiltración comunista.
Con esa misión se relacionó con el DAP ( que luego se convertiría en el NSDAP ), el partido fundado por Drexler e impulsado por la Sociedad Thule.
En uno de sus actos públicos, tomó la palabra e impresionó fuertemente a Drexler, quien le ofreció enrolarse.
Hitler informó a sus superiores del ejército sobre el acontecimiento y recibió órdenes de aceptar la oferta de ingreso en el partido y además le fueron proporcionados fondos para fomentar su crecimiento.
De este modo azaroso se inició su carrera política a la vez que se reiniciaron sus contactos con el esoterismo y el ocultismo de la Sociedad Thule ( aunque siempre lo negarìa pùblicamente ).
HIMMLER Y LA CULTURA MEGALÍTICA
Si bien algunos aspectos de las teorías ariosofistas se reflejan en el nazismo, éstos fueron perseguidos ferozmente por Hitler: Lanz, el editor de Ostara, la revista que él había coleccionado,
fue acusado de “falsificar el pensamiento racial” y la Gestapo disolvió su Nueva Orden Templaria, mientras que al fundador de Thule, Sebottendorff, se le impidió reconstruir esta sociedad en 1933, con Hitler en el poder.
Tal vez se trató de un acto de arrogancia, al pensar que con la SS del eficiente, organizativo y fascinado por lo oculto Himmler reflejando estas creencias ocultistas y esotéricas
y concebida como la fuente de regeneración de una futura raza de élite de señores germánicos, nadie más podía existir encargándose del tema.
Himmler implementó dentro del seno de las SS, un departamento llamado la Ahnenerbe (herencia ancestral) cuya misión era rastrear los orígenes remotos de la raza aria en la arqueología y la prehistoria germánica.
De este modo, la Ahnenerbe reunió estudiosos académicos dedicados a buscar huellas culturales e históricas de los arios, rastros de la perdida Atlántida
( que por supuesto era de orígen ario y ubicaba geográficamente a la raza en un universo legendario y ennoblecido por la tradición, lo que constituía en cierto modo el mito fundacional del nazismo ),
mediciones craneales y máscaras de yeso de las razas actuales de las zonas consideradas mitológicas, estudio y traducción de petroglifos que conservaran vestigios del alfabeto ario primigenio, investigación de la realidad de los mitos folclóricos, grabación y análisis de oraciones atávicas de brujos, y evidencias que confirmaran las teorías de Hörbiger.
Expediciones compuestas por botánicos, zoólogos, astrónomos, arqueólogos y un equipo de filmación partieron hacia distintos lugares del mundo: Tibet, Tiahuanaco en Bolivia, Bohuslän ( Suecia ), Karelia ( Finlandia ),
Bagdad, Italia, Alemania, Rumania, Francia, Polonia, Crimea y Ucrania, mientras algunas más ambiciosas se frustaron, como la segunda expedición a Tiahuanaco ( Bolivia ), Irán, Islas Canarias o Islandia.
Los cátaros también llamaron la atención de las SS, que los consideraban integrantes de una religión gnóstica de origen gótico destruida por la Iglesia Católica.
La investigación sobre sus orígenes estuvo a cargo de Otto Rhan, un misterioso personaje del Reich alrededor de cuya figura aún hoy perdura el misterio.
La insólita visita de Himmler al monasterio catalán de Montserrat en octubre de 1940 fue porque creía que allí encontraría documentación fehaciente sobre Parsifal y el Santo Grial
( se retiró insatisfecho con las explicaciones que le dieron y pensó que le ocultaban la verdad ).
Cuando en 1938 Hitler anexó Austria al Tercer Reich, una de sus primeras disposiciones fue visitar el Museo Hofburg para apoderarse de la Santa Lanza (con la que el centurión romano Longino hirió el cuerpo de Cristo en la cruz ) y que supuestamente incluía en su extremo uno
de los clavos utilizados en la crucificción, convencido de que este trofeo tenía poderes sobrenaturales ( se le atribuía grandes victorias habiendo sido utilizada por Constantino el Grande, primer emperador cristiano de Roma; por el rey francés Carlos Martel, que expulsó a los árabes en el siglo VIII; por Carlomagno y también por el sacro emperador romano Federico Barbarroja ), y a partir de entonces la utilizó como talismán.
Existe una especulación relacionada con una supuesta vinculación del III Reich con una sociedad secreta llamada Sociedad del Vril, con sede en Berlín, ( denunciada por el doctor Willy Ley, un experto en cohetería alemán que huyó de la Alemania nazi en 1933 )
que perseguía entrar en contacto con el “Rey del mundo’ —oculto en algún lugar de Oriente— y establecer una alianza para dominar el planeta, y aquí es donde se entrelazan, en el seno profundo del Reich oculto, la mitología con la tecnología.
Sorprendentemente, las singulares tesis nazis, a menudo consideradas delirantes por los científicos aliados, se convirtieron en la base de gran parte de nuestra tecnología actual y hay fuertes señales de que sólo se les permitió conocer a los vencedores la parte más primitiva de su desarrollo.
De allí supuestamente surge la asombrada sentencia aliada al entrar en las instalaciones secretas nazis de que se había ganado la guerra “justo a tiempo”.
Desarrollos tecnológicos inconcebibles para aquellos tiempos hacen sospechar alianzas tanto o más inimaginables que sus resultados: ¿ pudieron los nazis contactar con “El Rey del Mundo” ?
Las mistificaciones, leyendas y fantasías en torno al esoterismo nazi son variadas y la mayoría sin fundamento, pero hay hitos que merecen ser vistos con respeto y atención, y mayor aún a la luz de nuestro actual estado de avance tecnológico,
muy superior al de la época de la Segunda Guerra Mundial, porque cuando las coincidencias son tan exageradas, ¿ cómo hay que llamarlas ?…
En la región montañosa de la frontera checa, junto a la aldea de Ludwigsdorf, se encontraba una mina en la que los nazis desarrollaban un proyecto ultrasecreto llamado “Die Glocke” ( “La Campana” ) al mando de un prominente ingeniero científico, el General de la SS Hans Kammler, involucrado también en el desarrollo de los misiles V-2, los aviones reactores, las alas voladoras, los ovnis nazis, y los búnkers subterráneos y que aparentemente se trataba del revolucionario artefacto que sería el arma definitiva que cambiaría el curso de la guerra del cual se habían escuchado fortísimos rumores en aquellos tiempos.
Lo único que se pudo averiguar sobre la campana es que tenía 2 cilindros giratorios que contenían una sustancia parecida al mercurio, llamada xerum 525, y que cuando giraban en sentido inverso uno con respecto al otro, desprendían un brillo de color violeta. El exterior del artefacto estaba forrado con material cerámico que actuaba como aislante térmico.
Cuando el Ejército soviético estaba llegando a la aldea de Ludwigsdorf, un oficial de las Waffen SS, ejecutó sumariamente a los 62 científicos nazis que trabajaban en el proyecto,
cuyas evidencias por supuesto había desaparecido completamente cuando llegaron los rusos, como así también el General Kammler, que junto con otros importantes jerarcas,
no fue encontrado nunca jamás, ni vivo ni muerto, dando lugar a la especulación de que podría haber utilizado el propio poder de la campana para esfumarse.
Lo más sorprendente fueron los nombres con que este proyecto secreto fue desarrollado: Kronos (tiempo) y Lanterntrager (portador de luz), figurando en algunos documentos secretos rescatados extrañas referencias a una "Puerta del Tiempo".
El 9 de diciembre de 1965, un objeto volante desconocido, con forma de campana y extrañas inscripciones,
se estrelló en las proximidades de la localidad estadounidense de Kecksburg, en Pensilvania, y fué recuperado rápidamente por las fuerzas militares. Muchos testigos presenciaron y dieron fé del evento.
Otto Skorzeny era el guardaespaldas personal de Hitler y además un asesino profesional.
Después de la Segunda Guerra Mundial, como parte del proyecto Paperclip, fue filtrado hacia los Estados Unidos como muchísimos científicos nazis ( alrededor de 50.000 ) que terminaron trabajando para la NASA, la CIA y otros servicios secretos norteamericanos.
Skorzeny fue alistado en uno de esos servicios ( la CIA fue creada prácticamente en conjunto entre los norteamericanos y los jerarcas nazis del proyecto Paperclip ) y tuvo dos hijas.
EL OVNI DE TESLA
Una de ellas tuvo un novio, quien, en 1999, en su lecho de muerte, confesó que su suegro le había confiado en la intimidad que había asesinado a Nikola Tesla en su hotel para arrebatarle sus secretos tecnológicos, simulando una muerte natural( los nazis ya habían desarrollado patentes de Tesla durante la 1ra. y la 2da. Guerra mundial, como lo demuestran los litigios sobre patentes entablados por el científico ). En general, los mejores inventos de Tesla fueron tan adelantados y poderosos que tuvieron el karma de desarrollarse dentro de programas secretos ( incluso en los EE.UU. ), y tal vez sea esa una de las razones por la cual nunca recibió el reconocimiento adecuado. La cuestión fue que la 2da.gran guerra estaba en un punto de inflexión importante, los nazis desarrollaban febrilmente armas secretas, era diciembre de 1942 y el proyecto Haunebu para desarrollar platos voladores ( basado casi seguramente en los planos de Tesla, el primer científico que construyó uno ) se había estancado, nó así el proyecto independiente Vril, pero éste había creado con éxito platillos volantes que no podían ser utilizados como cazas, sinó sólo para transporte ( el Haunebu, en cambio sí poseía esa versatilidad ). Hitler llamó a su hombre de mayor confianza ( el que le cuidaba las espaldas ) y le encomendó la misión: viajar a los EE.UU., simular una entrevista con Tesla, hacerle las preguntas adecuadas que pudieran destrabar el desarrollo del plato volador, luego robarse los planos de su más avanzada tecnología y asesinarlo. El fiel Skorzeny cumplió al pié de la letra, y el 6 de enero de 1943, asesinó por asfixia a Nikola Tesla en su hotel. Con la data traída por Skorzeny, los platillos voladores nazis continuaron su desarrollo a partir de 1943, pero era demasiado tarde para revertir los resultados de la guerra, aunque tal vez, nó para producir una flotilla limitada de estos artefactos. EL INTERIOR DE UN OVNI NAZI
A partir de allí, se abre una nueva mística que admite las más llamativas y fantasiosas alternativas, y que ya hemos posteado en numerosas notas.
Una de ellas tuvo un novio, quien, en 1999, en su lecho de muerte, confesó que su suegro le había confiado en la intimidad que había asesinado a Nikola Tesla en su hotel para arrebatarle sus secretos tecnológicos, simulando una muerte natural( los nazis ya habían desarrollado patentes de Tesla durante la 1ra. y la 2da. Guerra mundial, como lo demuestran los litigios sobre patentes entablados por el científico ). En general, los mejores inventos de Tesla fueron tan adelantados y poderosos que tuvieron el karma de desarrollarse dentro de programas secretos ( incluso en los EE.UU. ), y tal vez sea esa una de las razones por la cual nunca recibió el reconocimiento adecuado. La cuestión fue que la 2da.gran guerra estaba en un punto de inflexión importante, los nazis desarrollaban febrilmente armas secretas, era diciembre de 1942 y el proyecto Haunebu para desarrollar platos voladores ( basado casi seguramente en los planos de Tesla, el primer científico que construyó uno ) se había estancado, nó así el proyecto independiente Vril, pero éste había creado con éxito platillos volantes que no podían ser utilizados como cazas, sinó sólo para transporte ( el Haunebu, en cambio sí poseía esa versatilidad ). Hitler llamó a su hombre de mayor confianza ( el que le cuidaba las espaldas ) y le encomendó la misión: viajar a los EE.UU., simular una entrevista con Tesla, hacerle las preguntas adecuadas que pudieran destrabar el desarrollo del plato volador, luego robarse los planos de su más avanzada tecnología y asesinarlo. El fiel Skorzeny cumplió al pié de la letra, y el 6 de enero de 1943, asesinó por asfixia a Nikola Tesla en su hotel. Con la data traída por Skorzeny, los platillos voladores nazis continuaron su desarrollo a partir de 1943, pero era demasiado tarde para revertir los resultados de la guerra, aunque tal vez, nó para producir una flotilla limitada de estos artefactos. EL INTERIOR DE UN OVNI NAZI
A partir de allí, se abre una nueva mística que admite las más llamativas y fantasiosas alternativas, y que ya hemos posteado en numerosas notas.
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