El hombre en la Luna

Curiosidades de Astronomía: salida en la Luna.

El

hombre en la luna. La Segunda Guerra Mundial trajo a la humanidad, además de las innumerables calamidades que ocasionó, una serie de adelantos científicos y tecnológicos, como resultado del afán de los gobiernos en conflicto de construir armas cada vez más complejas y destructivas que les permitiera obtener la victoria. Uno de esos adelantos tecnológicos fue el empleo de los cohetes, empleados en la construcción de armas balísticas de mediano y largo alcance.
Una vez finalizada la guerra, las potencias victoriosas, fundamentalmente la joven URSS y los Estados Unidos, dedicaron enormes recursos y el esfuerzo de sus mejores cerebros a la construcción de programas de armas de destrucción masiva montadas en cohetes. Esta carrera armamentista, tuvo como consecuencia inmediata el perfeccionamiento de los cohetes, que si bien tuvieron en principio un fin bélico, fueron empleados también en la exploración espacial.Es así que se da origen a la carrera espacial entre las potencias mencionadas. Al principio los rusos tomaron la delantera y lograron colocar el primer artefacto en órbita con el lanzamiento del Sputnik 1. De aquí en más, ambos estados se fijaron como objetivo el vuelo tripulado y, posteriormente, la llegada de una nave tripulada a nuestro satélite natural.
En 1961, los Estados Unidos lanzan el programa Apolo, cuyo objetivo era el de llevar al hombre a la Luna. Tras una serie de misiones preparatorias, el 16 de julio de 1969 fue lanzada al espacio la nave Apolo XI, tripulada por Edwin Aldrin, Neil Armstrong y Michael Collins, cuyo destino era la Luna. Esta nave estaba compuesta por un cohete Saturno V de tres etapas, un módulo de mando bautizado Columbia y un módulo lunar denominado Eagle. Nueve minutos después del lanzamiento, la segunda etapa del cohete se separa y los módulos y la tercera etapa del cohete entran en órbita a la Tierra. Tras dar dos vueltas a la Tierra y tras posicionarse en forma precisa, el motor de la tercera etapa se enciende y saca de la órbita terrestre a la nave. El módulo lunar se acopla posteriormente al módulo de mando y se produce la separación de la última etapa del cohete una vez que la nave a alcanzado la velocidad de 45.000 km/h. Paulatinamente, debido a la atracción terrestre, la nave pierde velocidad, hasta que la gravedad lunar acelera nuevamente el vehículo. Una vez que la nave comienza un giro alrededor de la Luna, los astronautas deben encender un motor de frenado, el que hará que entren en la órbita lunar; de otra forma, la nave abandonaría la órbita de la Luna y emprendería el regreso a la órbita terrestre. Esta última opción, serviría para regresar a la Tierra si algo salía mal. Este es el caso de la malograda misión del Apolo XIII, que debió volver a la Tierra sin alunizar como consecuencia de un desperfecto.
El 20 de julio, luego de dar trece vueltas a la Luna, Aldrin y Armstrong pasan del módulo de mando al módulo lunar. Collins, encargado de pilotar el módulo de mando mientras se produce el alunizaje, provoca la separación de los módulos. De esta forma, el módulo lunar comienza su descenso a la Luna en una compleja maniobra, parte de la cual es automática y la lleva a cabo la computadora de a bordo. El alunizaje no es perfecto, ya que se produce en un sitio distinto del que se había fijado; esto se debió, a que la velocidad del módulo lunar en su descenso era mayor que la programada, por lo que el alunizaje se produjo algunos kilómetros más allá de lo esperado, siendo realizado parte de la operación en forma manual, para que los astronautas tuvieran la posibilidad de seleccionar el mejor sitio.
Una vez que las patas del módulo lunar se posaron sobre la superficie de la Luna, la base de Houston recibió la famosa comunicación: “Houston, aquí Base Tranquilidad… el Eagle ha alunizado”. Seguido en vivo por televisión desde todo el mundo, el comandante Neil Armstrong abre la escotilla del módulo y desciende la escalera hacia la superficie lunar. Era el 21 de julio de 1969. En momentos que desciende el último peldaño, Armstrong pronuncia la frase que quedaría en la historia: “Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad”.
Una vez que ambos astronautas están en la superficie, proceden a realizar las tareas que tenían encomendadas: instalar la bandera de los Estados Unidos, el descubrimiento de una placa conmemorativa del acontecimiento, la instalación de varios dispositivos científicos, recolección de muestras del suelo lunar, entre otras. Están sobre la superficie de la Luna durante 14 horas. Luego, se dirigen al módulo, donde tras unas horas de descanso tras el agotador trabajo, inician las maniobras de retorno.
El Eagle despega de la luna el 21 de julio y pocos minutos después ingresa a la órbita lunar, donde se realiza la maniobra de acercamiento y acople del módulo lunar y el módulo de mando. Transbordan luego todo el material recogido, tarea que les lleva varias horas, para abandonar posteriormente el módulo lunar y dejarlo en órbita a la Luna, mientras los tres astronautas inician el regreso a la Tierra a bordo del módulo de mando. Tras el difícil ingreso a la atmósfera terrestre, la nave amariza en el Océano Pacífico, cerca de las islas Hawai.
Como todo hecho histórico, este primer viaje a la Luna no estuvo exento de controversias. Hay quienes sostienen que la tecnología existente en esos momentos, no era lo suficientemente avanzada para afrontar las dificultades que se debe vencer para el envío de una tripulación a la Luna, y por lo tanto, asumen que en realidad los viajes a la Luna nunca se llevaron a cabo, y que el material fotográfico que posee la NASA fue realizado en estudios. Un sitio donde se realizan dichos cuestionamientos es http://www.lo-inexplicable.com.ar/lunares/alunizajes_trucados.htm, donde se presentan las fotografías de la NASA de varias misiones a la luna con marcaciones de los supuestos defectos. Este material, además, ha cruzado el mundo a través de cadenas de correo electrónico. Las críticas que se hacen a algunas de las fotografías se basan en temas de reflexión y el faltante de un cráter que debería haber producido el motor del módulo lunar sobre la superficie de la Luna.
Sin embargo, no les han faltado defensores a los viajeros lunares. Una página web que se ha dedicado, según su propia definición, al avance del pensamiento crítico (http://www.arp-sapc.org/articulos/index.html), hace referencia a la página mencionada anteriormente y da una explicación de los supuestos defectos. Esta página además, ofrece enlaces para descargar las fotografías en alta resolución e invitan a sus visitantes, a que las vean y saquen sus propias conclusiones.
Otra polémica surgió cuando apareció una supuesta comunicación de los tripulantes del módulo de mando con su base de control en Houston mientras se encontraban en órbita a la Luna antes de que el módulo lunar iniciara su descenso al satélite. Esta grabación aparece en la página http://www.videosoft.it/nonsoloufo/voewav11.htm y en ella aparece la descripción por parte de los astronautas de un contacto visual con naves extraterrestres. De más está decir, que la NASA desmiente totalmente cualquier encuentro con entidades no terrestres en sus misiones espaciales.
Un hecho singular y que ha dado lugar a diversas lecturas, es el extravío de las grabaciones originales de la señal de televisión emitida por la misión Apolo XI. De hecho, varias búsquedas se han lanzado en varios lugares con el fin de encontrarlas, pero ninguna ha tenido éxito. Portavoces de la agencia espacial norteamericana niegan que las cintas se hayan perdido, sino que nadie recuerda donde fueron guardadas.
Algunas sospechas conspirativas se ciernen sobre el verdadero motivo de la cancelación del programa Apolo. En diciembre de 1972, se lanzó la misión Apolo XVII, en la que se produce el sexto y último arribo del hombre a la Luna. Tres misiones más se encontraban programadas para realizarse durante el año 1973, y si bien el objetivo de vencer a la URSS en la carrera a la Luna se había cumplido, los estudios científicos que se podrían haber llevado a cabo eran suficiente motivo para la erogación de los fondos necesarios para llevar a cabo las misiones canceladas.
La carrera espacial continuó y se agregaron nuevos actores, como Europa, Japón, India y China. Sondas no tripuladas han visitado Mercurio, Venus, Marte, Saturno, Urano y Neptuno, además de varios satélites de algunos de estos planetas, así como asteroides y cometas. Se han establecido laboratorios espaciales, estaciones espaciales, telescopios y radiotelescopios espaciales, así como infinidad de satélites científicos, militares y de comunicaciones, pero sin lugar a dudas, el hecho que marcó un hito y que tiene además significativas connotaciones simbólicas acerca de las posibilidades de la mente humana al servicio del desarrollo, es ese primer alunizaje, ese 20 de julio de 1969.