Planetas troyanos habitables




Uno de los principales objetivos de la astronomía moderna es hallar exoplanetas que reúnan las condiciones para que aparezca la vida. Todavía no hemos encontrado un sistema que tenga un mundo de este tipo -aunque Gliese 581d podría acercarse mucho-, pero sí que se han descubierto planetas gigantes situados en la zona habitable de sus estrellas. Desgraciadamente, y con el permiso de Carl Sagan, los gigantes gaseosos son lugares inhóspitos para la vida, aunque quizás algunas de sus lunas pudieran reunir los requisitos de habitabilidad.



Pero hay otra posibilidad aún más extraña. Podrían existir exotierras en la zona habitable estelar compartiendo órbita con un gigante gaseoso. En principio, esto puede parecer un sinsentido. Un sistema de este tipo sería gravitacionalmente inestable y la exotierra terminaría colisionando con el planeta gigante o siendo expulsada fuera de la zona habitable. O quizás no. Siempre nos quedan los puntos de Lagrange, que permiten la existencia de otros cuerpos en la misma órbita situados a 60º por delante o por detrás (puntos L4 y L5). En el Sistema Solar existen muchos asteroides situados en los puntos de Lagrange de varios planetas gigantes, aunque los más famosos y numerosos son los Troyanos que se encuentran en la órbita de Júpiter.




Órbita de HD 23079 b con respecto a tres interpretaciones de la zona habitable


Un sistema donde se ha investigado la estabilidad de esta configuración es HD 23079, una estrella ligeramente más masiva que el Sol que cuenta con un planeta 2,5 veces más masivo que Júpiter (HD 23079 b). Pese a que todavía no se ha descubierto ningún planeta troyano, las simulaciones demuestran que podrían existir alrededor de HD 23079. Puesto que la órbita de HD 23079 b presenta una cierta excentricidad, un planeta troyano sólo permanecería un 35% del tiempo en la zona habitable. De todas formas, hay que tener en cuenta que este concepto es bastante subjetivo. Según interpretaciones menos restrictivas, la zona habitable sería más extensa.



Puede que nunca sepamos si HD 23079 tiene o no exoplanetas troyanos. Da igual. Lo realmente interesante es que la existencia de estos mundos abre toda una pléyade de posibilidades en el mundo de la astrobiología. No es imposible que en algún lugar de la galaxia exista algún sistema con dos o tres mundos habitables compartiendo la misma órbita. ¿Quién dice que la realidad no puede superar a la ficción?




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