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Wednesday, July 25, 2012

Herramientas para la Ascensión

Herramientas para la Ascensión

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MEDITACIÓN DE LOS PORTALES Y CIUDADES CELESTIALES DE LUZ

POR FAVOR, ANTES DE QUE EXPERIMENTEN LA MEDITACIÓN DE LA CIUDAD DE LUZ, RESPONDAN A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:


Cita:

*¿Estás dispuesto a liberar las energías negativas residuales del pasado que todavía pudieras estar llevando, en la cantidad y momento apropiados?
* ¿Estás preparado para ser un faro de Luz, receptáculo de las frecuencias de Luz más elevadas?
* ¿Intentarás permanecer centrado en tu corazón, procurando llevar tu cuerpo mental y emocional a un alineamiento armónico?
* ¿Procurarás incorporar la mayor cantidad de Luz del Creador que seas capaz de contener de manera segura?
* ¿Accederás a usar la que necesites, pasando la restante a la Tierra y hacia la humanidad (mediante las técnicas de respiración sagrada)?
* ¿Estás dispuesto y preparado a caminar por el sendero de la ascensión acelerada bajo la dirección de los guías y maestros angélicos que se te asignen?
* ¿Estás dispuesto a alinear tu voluntad con la de tu ser divino para el mayor bien de todos?
No se requiere perfección. Lo único que se te pide es que te esfuerces en hacer lo mejor que seas capaz de hacer (pidiendo siempre gracia y facilidad).

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Toma varias respiraciones profundas y dejan que salgan lentamente (o, si estás familiarizado con el proceso, haz varias secuencias de la respiración del infinito). Con cada respiración, imagínate a ti mismo yendo rápida y profundamente al interior del Centro de tu Corazón Sagrado. Visualiza una hermosa y brillante sala con tu Célula del Núcleo Diamante de Dios sobre un pedestal en el centro. Está irradiando todos los colores de los Doce Rayos a la sala a cualquier nivel y de cualquier forma que te resulte apropiada. Contempla a un Ser radiante en pie detrás de tu célula de Dios; es tu Esencia en forma etérica. Mira cómo se funden tu Célula del Núcleo Diamante de Dios y tu forma etérica. Ahora, percibe o siente cómo te fundes tú mismo con tu forma etérica. Tómate un momento para sentir las maravillosas sensaciones de esta fusión de tu Ser Superior.

Visualiza, como lo percibas, una hermosa esfera de Luz que desciende por tu columna personal de Luz; mírala penetrar por tu chakra de la corona; después va bajando, bajando, bajando, hasta llegar a la cámara sagrada que hay en tu corazón. Mira cómo te va rodeando en tu forma etérica. Esta esfera de Luz ha sido diseñada exclusivamente para ti y asegurará que puedas viajar de manera segura a los reinos superiores sin “sobrecargarte”. Será ajustada y purificada cada vez que emprendas un viaje a las dimensiones superiores, para que siempre estés encapsulado en una atmósfera de frecuencias vibratorias diseñada a tu medida.

Ahora, siéntete en el interior de la cápsula de Luz siendo atraído al fondo de la cámara, y mira cómo, de repente, se abre una puerta y eres llevado a las dimensiones superiores. Ahora serás conducido a una Pirámide de Luz personal en el nivel de la quinta dimensión que sea más apropiado para ti. Allí se encuentran dos guías angélicos para asistirte y ayudarte a que te tumbes sobre la mesa de cristal. Ahora, observa como una esfera de Luz aún más brillante te rodea mientras eres elevado suavemente hacia el cristal de cuarzo de doble punta que pende sobre la mesa, hasta que sales a través de él por la cúspide de la pirámide. Te metes en una espiral de Luz que gira en el sentido de las agujas del reloj y vas siendo elevado con rapidez hacia arriba, arriba, arriba. De repente, ante ti aparecen dos arcos grandes, vibrantes, dorados: uno es la entrada y el otro la salida de la Ciudad de Luz. Eres guiado a traspasar el pórtico de la derecha. Allí están para recibirte otros dos seres angélicos aún más radiantes: uno ilumina con una poderosa y dinámica energía masculina; el otro irradia una suave y amorosa energía femenina.

Ahora estás en la estación o nivel más remoto de la sexta dimensión (cada dimensión tiene siete subdimensiones o niveles). Mira a tu alrededor y contempla la increíble belleza de este lugar. De las paredes irradian suaves luces que parecen una aurora boreal multicolor. Hay cristales de muchas formas, tamaños y colores que se proyectan desde el techo curvo y bajan por las paredes. El corredor es bastante amplio; en ambas paredes del pasaje, adosadas unas a otras, se abren estancias con sillas de cristal en su interior. Puedes ver cientos de esas estancias a lo largo de los muros, ya que se extienden por todo el perímetro de este primer nivel de la Ciudad de Luz. Oyes melodías cautivadoras, más dulces e inspiradas que ninguna otra que jamás hayas escuchado. Hay una suave brisa y una fragancia que eres incapaz de identificar, pero que sabes que ya habías sentido antes y que te trae recuerdos de un tiempo memorable, sucedido hace ya mucho. Te conducen a una de las estancias y te sientan en la silla de cristal. De inmediato, desde el techo se iluminan rayos de luz de todos los colores imaginables, también desde las paredes y el suelo de la estancia abovedada, envolviéndote en esta Cámara Aceleradora de la Ascensión. Vuélvete hacia tu interior y observa las sensaciones que estás sintiendo. Detente un momento o dos. Es como si fueses capaz de bilocarte y de estar en dos lugares a la vez. Puedes sentir cómo penetra la energía en tu cuerpo etérico contenido dentro de la esfera pero, de pronto, al cambiar tu conciencia, también puedes sentir las sensaciones que tiene tu cuerpo físico, que está instalado en una silla en el mundo físico. Nuevamente, detente unos momentos para que puedas experimentar las sensaciones con plenitud. Estás siendo bañado por la combinación de frecuencias de Luz apropiada y perfectamente diseñada para tu mayor beneficio, la máxima que puedas incorporar con seguridad en estos momentos.

Respira profundamente mientras te alimentas de la Luz Viva y te impregnas de su Divino Elixir. Puedes quedarte sentado en la cámara tanto como desees. Te aseguramos que este proceso es a prueba de fallos y que no se permitirá que incorpores nunca ninguna energía de frecuencia superior a la que sea más adecuada para ti.

Las oleadas de Luz disminuyen lentamente hasta cesar por completo. Tus dos guías angélicos te elevan de la cámara sacándote de ella; parece como si sus esferas de Luz se fusionasen parcialmente con la tuya, de manera que entre ellos estás equilibrado; van llevándote suavemente a recorrer el perímetro completo de este primer nivel. Mientras completas el círculo, ves y sientes chispas de Luz que irradian de ti por la gran galería. Como ves, estás dejando allí tu firma energética, tus armónicas frecuencias vibratorias terrestres se están añadiendo al esquema divino de este nivel. Se te ha dado un precioso don, pero también estás dejando tú un regalo personal. Un regalo que se añadirá al depósito cósmico de conocimiento para su uso futuro. Ahora estás volviendo a la entrada y te despides de tus amigos angélicos. Te dirigen a la arcada opuesta a la que usaste para entrar y, mientras sales, inicias tu viaje de descenso en contra de las agujas del reloj hasta estar de vuelta en tu pirámide de luz personal. Tras un breve descanso sobre tu mesa de cristal, se te conduce a la entrada y rápidamente te vas, descendiendo hasta tu mundo terrestre. Respira profundamente mientras sientes que la Luz empieza a penetrar tu forma corporal. Sientes un cosquilleo como si una corriente de energía te estuviese impregnando hasta el mismo núcleo de tu Ser, bañándote de luz. Deja que la luz te llene hasta rebosar. Cuando sientas que has absorbido toda la que puedas sostener, permite que se derrame por tu chakra de la raíz, penetrando profundamente hasta el núcleo de la Tierra. Recuerda seguir respirando bien hondo, ya que la respiración es la conductora de esta energía. Cuando creas que esto se ha completado, siente la Luz Viva que irradia tu centro de poder solar hacia delante y hacia atrás. Expira Luz al mundo por unos instantes. Lentamente, vuelve a tu respiración normal y concentra tu consciencia una vez más en el centro de tu corazón. Siente tus pies en el suelo, mueve tus manos y haz rotar tus hombros mientras empiezas a sentir de nuevo las sensaciones del cuerpo físico. Respira lentamente mientras vuelves a tu plena conciencia y, cuando estés listo, ya puedes abrir los ojos.

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